El Gobierno reordena la TDT
Cataluña se queja de que perderá canales Industria estima que la factura para captar las señales rondará los 200 millones de euros para los usuarios
Cuatro años después del apagón analógico, el Gobierno reorganiza el espacio radioléctrico para asignar nuevas frecuencias a las televisiones. El plan técnico que diseña el Ministerio de Industria obligará a algunos operadores públicos a ceder canales. Cataluña denunció ayer que esta reordenación implicará la reducción de un múltiple (canal para cuatro señales diferentes) a TV-3, la televisión autonómica. El consejero de Presidencia de la Generalitat, Francesc Homs, aseguró que “bajo una apariencia técnica” el Gobierno de Rajoy le había comunicado que se apagarán “unos canales” que emite la corporación catalana. Y anunció que el Consejo de Ministros aprobará el próximo viernes un real decreto que obligará a la compañía pública a abandonar uno de los múltiples. Un portavoz de Industria, sin embargo, precisó que el Gobierno no tiene prevista tal aprobación y que “en su momento” presentará el nuevo Plan Técnico Nacional de Frecuencias.
El plan técnico de 2005 otorgaba a TVE dos bloques de canales digitales, al igual que a las comunidades autónomas. Con posterioridad, Cataluña recibió un tercer múltiple, que inicialmente estaba destinado a difundir las señales de TV-3 en la Comunidad Valenciana. Ahora el Gobierno aborda una reasignación de frecuencias. Las televisiones están obligadas a hacer la mudanza, toda vez que una parte de la banda que ahora ocupan pasará a ser explotada por la telefonía móvil para ofrecer servicios 4G. Este proceso —asociado a la liberalización del dividendo digital— implicará la reantenización de una parte de los hogares. Industria estima que en el nuevo plan técnico quedarán ocho múltiples en línea y que entre el 55% y el 60% de la población no se verá afectada por el cambio de canales.
Entre el 55% y el 60% de la población no tendrá que modificar la antena
Pero el resto de los telespectadores tendrán que adaptar sus antenas. El ministerio calcula que este proceso tendrá un coste que no superará los 200 millones de euros. Previsiblemente, serán los usuarios quienes paguen la factura, pese a que en principio estaba previsto que se sufragaría con el dinero recaudado con la subasta de frecuencias a las telecos.
Para Cataluña, el proyecto de Industria “pone en peligro la situación de la televisión” en esa comunidad, indicó Homs, quien deploró la falta de “lealtad institucional” y manifestó su intención de frenar este apagón, que acarreará una menor oferta en catalán. Si la Generalitat se quedara sin la mitad de las frecuencias, el consejero dijo que TV-3 tendría que cerrar canales, abandonar su apuesta por la alta definición y renunciar a la posibilidad de que en su territorio se vean emisoras de Baleares o de la Comunidad Valenciana. Actualmente, la corporación pública regional concentra en un múltiple las señales de TV-3, C-33, Esports 3 y 3/24, mientras que el segundo lo utiliza para emitir en alta definición (que ocupa más ancho de banda) y serviría para incluir la balear IB3.
Para conocer el alcance del trasvase de canales el PSOE ha presentado una batería de preguntas parlamentarias a Industria. El diputado Juan Luis Gordo quiere saber quién pagará la reantenización, si se está primando a las empresas de telecomunicaciones “en detrimento de una mayor oferta audiovisual” y si el Ejecutivo tiene planes para sacar a concurso emisoras de TDT tras el cierre de las nueve señales como consecuencia de una sentencia del Tribunal Supremo. También plantea si existe riesgo de que apaguen otros ocho canales teniendo en cuenta que su adjudicación ha sido recurrida.
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