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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Deshinchado

No hay más que oír las defensas retóricas de la Constitución, mientras la verdadera defensa del texto brilla por su ausencia ya sea en los desahucios o la protección de los servicios públicos

David Trueba

Es fácil observarlo. Los globos cuando se deshinchan provocan más ruido. Algo así pasa con el patriotismo, que suele ser inverso al patrioterismo. Este último presume de fortaleza y mete mucho ruido, pero en realidad está deshinchando lo que dice defender. No hay más que oír las defensas retóricas de la Constitución, mientras la verdadera defensa del texto brilla por su ausencia ya sea en los desahucios o la protección de los servicios públicos. Una imagen perfecta de este fenómeno donde el ruido impide ver la pérdida de poder es la nueva legislación de urgencia para boicotear la justicia universal. En la anterior legislatura, los dos partidos mayoritarios pactaron un limado de competencias para salir del paso de las presiones israelíes en un caso concreto rodeado de muerte de civiles ignorado por la jurisprudencia de aquel país. Pero ahora la solución, en busca de agradar de manera sumisa a la autoridad china, nos lleva a un atolladero donde están en peligro los derechos de nuestros propios ciudadanos.

Dos jueces, Pedraz y Andreu, han sido los primeros en apuntar hacia el vaciado de la Constitución que conlleva plegarse a los deseos de las grandes potencias económicas en nuestro ordenamiento jurídico. Mientras generamos una alarma ridícula sobre nuestras fronteras valladas con alambradas y por defender la integridad nacional estamos dispuestos a saltarnos unos mínimos de protección de los derechos humanos, hemos puesto en venta la nacionalidad española, que puede comprar cualquier turbio millonario con tal de que adquiera una propiedad en nuestro suelo. La doble vara de medir utiliza el patrioterismo, pero sienta las bases del trato diferente a ricos y a pobres de una manera tan transparente que da náuseas.

Renunciar a ejercer la justicia contra los acusados de asesinar a cuatro religiosos españoles en El Salvador nos debería hacer pensar. Archivar la causa que trata desde hace años de esclarecer la muerte de José Couso en Bagdad rebaja nuestra dignidad de país. Ya estamos acostumbrados a que presuman de patriotismo quienes manejan cuentas en Suiza y caja B. Mientras muchos aseguran defenderla, la Constitución se vacía cuando niega el amparo a sus ciudadanos. Pero estamos demasiado distraídos con el ruido del globo como para ver que en realidad se está deshinchando.

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