Una simbiosis tormentosa

El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) indica en su último estudio que un 85,7% de los españoles ve la situación política mala o muy mala. Para los políticos, los programas de televisión son un escaparate donde cambiar esa percepción. Son tribunas más flexibles que los informativos, pero también más peligrosas. Cualquier desliz es instantáneamente comentado por los tertulianos y la audiencia es más activa en las redes sociales. En la televisión, los políticos no pueden manejar al milímetro sus intervenciones y eso no les gusta. Necesitan a la televisión, pero les asusta. Es una simbiosis tormentosa, difícil de manejar.

“Aún tienen miedo a la comida familiar de los domingos”, explica Óscar Cornejo, productor ejecutivo de El gran debate. “Les asusta enfrentarse a la gran audiencia, diferente a la que están acostumbrados. Una audiencia que puede no tener una ideología formada y que igual se informa solo por el programa, por eso sus votos son más importantes”.

Alfredo Pérez Rubalcaba, jefe del principal partido de la oposición, acude hoy a El gran debate de Telecinco. El líder del PSOE sabe que tiene la oportunidad de llegar a los oídos de casi dos millones de personas; fueron 1.798.000 el pasado sábado. En principio, la mecánica será una entrevista con Jordi González, presentador, seguida por las preguntas de los tertulianos en el plató. Habrá cuestiones pregrabadas de varios directores de diarios catalanes sobre el conflicto entre el PSE y el PSC. Al terminar, periodistas de los principales diarios de ámbito nacional valorarán la intervención de Rubalcaba.

Cornejo cree que los políticos aún tienen miedo a la gran audiencia

“Han sido tres o cuatro meses de negociaciones”, explica Cornejo. “Hemos probado con varias fechas, pero la verdad es que todo han sido facilidades”. Considera que el miedo de los políticos hacia la televisión sigue existiendo, aunque poco a poco se van consiguiendo avances. Aunque aún hay recelos. Jordi González habló esta semana en la cadena SER sobre la polémica que generó el pasado sábado Cayo Lara, coordinador general de IU, que se sintió maltratado por el escaso tiempo que le dedicó El gran debate. Dijo que el programa había pactado con su jefe de prensa una entrevista de cinco minutos y duró dos. Luego, se incorporó al coloquio y en total tuvo una intervención de seis minutos y medio. “Pero no voy con cronómetros. No es una televisión pública ni estamos en campaña electoral; no hay nada contra IU ni contra nadie”.

González confesó que les cuesta contar con políticos del PP. Cuando estalló el caso Bárcenas, la directora de Comunicación del PP envió un mensaje al productor para el presentador anunciara en el programa que los dirigentes del partido les estaban viendo y estudiarían acciones legales por la difusión de las informaciones que se estaban dando durante la emisión.

El PP afirma que no hay ni ha habido ningún veto oficial

El mismo día que Cayo Lara se indignaba con Telecinco, La Sexta Noche denunciaba que el PP había prohibido a sus cargos ir al programa de debate para evitar las preguntas sobre el caso Bárcenas. Iñaki López, su presentador, anunció que estaba prevista la presencia de Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno en la Comunidad de Madrid, y que a última hora no se presentó, “a pesar del interés que ella tenía por participar”. El PP afirma que no hay ni ha habido ningún veto oficial a sus dirigentes, pero sí considera que hay programas que están convirtiendo la política en un espectáculo y lo desaprueban. Pero pese a los egos heridos, las dificultades y las preguntas incómodas, las rabietas de los políticos con la televisión suelen durar poco. Para muestra un botón: Cayo Lara estará hoy en La Sexta Noche.

Javier Sardá se estrena hoy como tertuliano en ‘El gran debate’

No obstante, la presencia de Rubalcaba no será el único foco de atención de esta edición de El gran debate, ya que esta noche se incorpora, aunque su colaboración no tendrá periodicidad fija, el veterano Javier Sardá. El comunicador catalán debuta con una entrevista a Pedro Ruiz, que que acaba de publicar su libro Testamento.