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¿Hollywood y política? Solo en televisión

En un año marcado por la elecciones presidenciales, la industria televisiva de EE UU prima a las series pegadas a la actualidad informativa

Claire Danes y Damian Lewis, protagonistas de 'Homeland'
Claire Danes y Damian Lewis, protagonistas de 'Homeland'

Para aquellos que echan de menos un cine concienciado, político y trasgresor, la televisión es su refugio. Este medio se ha convertido en la actualidad en la conciencia política de Hollywood, el reflejo de una sociedad en crisis con sus gobernantes y en medio de una encrucijada económica y social. La última entrega de los Emmy lo dejó claro, premiando producciones entroncadas con la política actual como Homeland (en España en Fox), Game Change (Canal +) o Veep (Canal +) en lugar de decantarse por los mundos de fantasía o terror que también pueblan la programación televisiva. Y declaraciones como las de Gideon Raff, creador de Hatufim y productor ejecutivo de su versión estadounidense Homeland, haciendo un llamamiento a la paz y “a evitar un conflicto nuclear” ante las nuevas tensiones entre Irán, Israel y Estados Unidos son noticia dada la acogida de su serie.

“En cine es difícil volver a los 70, a los años de Todos los hombres del presidente o El candidato. Hollywood está bajo la presión de realizar películas de acción, cómics o comedias. Y no se valoran los guiones como en la televisión, que cuenta hoy con las mejores historias”, se sincera Jay Roach. El realizador acaba de ganar el Emmy por Game Change (un reflejo cuidado de lo que fue la campaña presidencial de John McCain en 2008) lo mismo que hizo anteriormente con Recount, crónica del disputado recuento de votos en el estado de Florida (EE UU) en las elecciones del 2000. Sin embargo su trabajo en cine se circunscribe al campo de la comedia (Austin Powers, Los padres de ella) incluso cuando son temas políticos como en The Campaign. “Intenté producir Game Change en cine pero a los estudios les es difícil justificar un filme político porque no saben cómo sacarle dinero. Esa es la razón. Con HBO tuve la misma calidad, mayor libertad y millones de espectadores gracias a su labor de promoción”, añade Roach de la cadena de pago.

Julia Louis-Dreyfus, protagonista de 'Veep'
Julia Louis-Dreyfus, protagonista de 'Veep'

Además de premios. Si Julianne Moore consiguió el Emmy a mejor actriz por interpretar a una Sarah Palin, ex candidata a la vicepresidencia por el Partido Republicano en las pasadas elecciones, en la categoría de comedia el honor fue para Julia Louis-Dreyfus, también en el papel de segunda al cargo de los Estados Unidos en Veep. “El deseo es hacer alguien real sin necesidad de identificarnos con ningún partido”, resume de este trabajo de ficción aún así basado en la política actual. “Vivimos un momento increíble en el que la política es el centro de nuestras vidas y existe un gran material del que poder cosechar sin necesidad de parodiar”, añadió la protagonista de Seinfeld al recoger su Emmy.

Son más las producciones televisivas que beben de estas fuentes y junto a un Homeland que ofrece otra visión del terrorismo o ese retrato romántico del periodismo que exuda The Newsroom (Canal +) utilizando noticias reales como parte de la trama también está esa otra imagen de los gobernantes que da Political animals. Si Veep es en concepto la serie The office trasplantada a la Casa Blanca, Political animals sería Modern family (Fox) en el seno del gobierno. Es difícil no ver a la actual secretaria de estado estadounidense, Hillary Clinton, en el papel que interpreta Sigourney Weaver de ex primera dama con carrera propia como ministro de asuntos exteriores, aunque los creadores de la serie aseguran que también hay mucho de otras mujeres en el mismo cargo como Condoleezza Rice o Madeleine Albright. “Si vas a escribir de algo mejor hazlo de algo que te interese”, recomienda el guionista Greg Berlanti, un amante de la política y de películas como Primary Colors. “En la actualidad la audiencia está cautivada por el juego de la política. Y el público no tiene miedo a ver estos temas en su televisión. Al contrario, la fascinación con nuestros líderes se asemeja a la que sentimos con la farándula”. Eso sí, se sigue circunscribiendo al ámbito de la televisión. “No es censura, es un plan de negocios -insiste Roach ante esta ausencia temática en el cine-. Pero está en los directores construir historias que hagan salir al público de sus casas”. “Tal vez la televisión inspire al cine a cubrir los mismos temas porque necesitamos todo tipo de películas”, añade Sigourney Weaver, una actriz que come de todo y en cualquier medio.

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