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Columna
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En sueños

David Trueba

Había advertido Jordi Évole en una entrevista a La tribu, estupendo programa de Tatiana Cisquella en Catalunya Ràdio, que su entrevista con Artur Mas no contentaría a casi nadie. El paseo por Vilassar de Mar fue tan relajado que el President hasta ayudó a cruzar el paso de cebra a una viejecita, pese a que la viejecita ya iba a cruzar ella con toda la prudencia y la soltura del mundo. Évole le picó con ello y hasta le bromeó con un toldo de La Vanguardia para decirle que siempre se colocaba bajo su protección. Algún vecino crítico provocó el silencio conciliador de Mas, pero al fin y al cabo el paseo no era por la Vall d'Aran y venció el aplauso.

Estas sutilezas efectivamente dejaron insatisfecho a todo el mundo. Los antiindependentistas persisten en dos errores. Uno, el pensar que los independentistas han surgido por culpa de la crisis económica, negándoles presencia histórica. Y el otro es que continúan pronunciando Artur, como si sonara igual que Arthur, el soltero de oro, y no con el acento en la última sílaba. De soltero Mas no tiene nada, porque en su viaje ha sumado todo grado de descontento.

El referéndum lo convocaré cuando más me convenga, afirmó, y esa podía ser su frase de campaña: Cuando Mas me convenga. Luego dijo abominar de los aduladores y puede que sospeche de quienes le llevan a hombros, porque pretenden marcarle el paso. Cuando un asunto tratado no le agrada estira la ceja izquierda hacia arriba, como si se le enfurruñara el alma. Afeado por Évole en esa retroalimentación que lleva lo peor de cada casa a las portadas adversas, recuperó la frase de Del Bosque, para quien los catalanes tiene todo el derecho a defender su idea de Catalunya. Frase que ha costado que algunos escriban que prefieren otro seleccionador que tenga las cosas claras. Las cosas claras quiere decir que piense como ellos y no sea un alma bella, por usar el irónico desprecio contra quien media sin bronca. Pues yo me quedo con Del Bosque e incluso con ese Mas que contó que su mujer le dice que en sueños pronuncia mucho la palabra euros. Ese detalle resultó muy tranquilizador. Sueña lo mismo que muchos españoles.

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