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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Media hora

"En España las televisiones no practican demasiado la ficción de esa duración, porque prefieren rellenar espacios..."

David Trueba

La media hora es una distancia televisiva que ofrece la precisión de la alta velocidad. En España las televisiones no practican demasiado la ficción de esa duración, porque prefieren rellenar espacios más rentables, forzando a las series a capítulos por encima de los 70 minutos, con lo que tiene de estiramiento innecesario, subtramas peregrinas y dosis de relleno. Pero en el dominante mercado americano, la media hora es un género en sí mismo. En La 2, aún se rescatan episodios de Frasier, un contenedor de carcajadas inteligentes que nació como rama del frondoso árbol de Cheers. Y Larry David ya va por octava temporada tras convertirse en el destilado hiperrealista de otro clásico de esa muestra de velocidad mental que fue Seinfeld.

Aunque la serie Louie ha afinado en su segunda temporada en Canal +, el humorista pelirrojo, pajillero perplejo y algo amargo, ofrece la más escueta versión de la media hora. Apenas un hilo de trama que se plantea en un monólogo cómico y se resuelve en dos situaciones. Se anuncia su fichaje como actor en la próxima película de Woody Allen, como ya lo fue Larry David, demostrando lo atento que está el director a los iconos del malestar cómico norteamericano. Muchos más elaboradas y fértiles son The Big Bang Theory (TNT), ejemplo de brillantez acelerada, Cómo conocí a vuestra madre (Fox), o la serie Community (AXN), que plantea en cada episodio una apuesta sorprendente de las posibilidades de la media hora, centrada en personajes imposibles coronados por el regreso de Chevy Chase.

Lena Dunham es una joven de físico problemático que escribe, protagoniza y dirige Girls (Canal +), la versión femenina del vacío existencial contemporáneo. Lo mejor son sus escenas de sexo patético que coronan cada episodio, prolongación de la película Tiny Furniture, donde ya nació el personaje que ahora explota episodio tras episodio. En España la película, muy estimable, nunca se estrenó, quizá porque había que preservar el sitio en las salas para las seiscientas copias de Blancanieves. Pero la serie ofrece media hora de comentario entre chicas sin dinero ni triunfo a la vista, algo así como la degeneración de Sexo en Nueva York en los tiempos de la debacle financiera.

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