Rompeolas
"España es un país divertido. Por mal que estén las cosas aquí no se aburre nadie. A los que aún persistimos..."
España es un país divertido. Por mal que estén las cosas aquí no se aburre nadie. A los que aún persistimos en acudir a los medios para encontrar una elaborada digestión de la realidad nos aguardan perlas diarias. Hace bien poco los paros sindicales eran combatidos con una portada donde se veía a ciertos líderes de los trabajadores tomando unas cañas. Unos pocos días después era portada, de esos mismos periódicos, que el presidente Rajoy se había ido a pasar el puente en familia con la comida en tarteras. Y todos tan contentos. Los lectores con unas certezas más y el periodismo con otro ejercicio de grandeza.
Ayer mismo, rodeada de micrófonos, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha urgido a suspender la final de Copa para prevenir que haya silbidos al Príncipe, que acudirá en representación de la Casa Real. Si las declaraciones no hubieran coincidido con una huelga general en la educación pública madrileña serían chocantes. Si no llegaran tres días después de que las cuentas de la comunidad madrileña se sumaran a los navajazos al honesto intento de Rajoy por poner orden en nuestra finanzas públicas, acosadas por los especuladores internacionales, serían hasta dignas de estudio. Pero llegando como llegan en mitad de la marea del desastre de nuestros representantes políticos vuelven a erigirse como rompeolas humorístico.
A la presidenta madrileña le ha delatado el comienzo de sus estudiadas declaraciones: Para que España sea un país serio, dijo. Déjelo, de verdad. Es imposible que un país serio se permita que la presidencia de la comunidad de Madrid, rompeolas de España, en un momento de emergencia financiera, se detenga a frivolizar sobre las entretelas futbolísticas. La mejor manera de proteger un himno nacional no es impedir que sus ciudadanos lo silben, sino contribuir a la fortaleza del país. Pero adelantarse a los previsibles silbidos es querer capitalizar los símbolos de todos a su favor particular. Sucede a menudo y se llama apropiación indebida. Son juegos de despiste que funcionan. Ayer hubo huelga general educativa. Antesdeayer engaño en el déficit. Asuntos menores ante la ocurrencia de obligar a que el partido se juegue a puerta cerrada. ¿País serio? Por ahora no, necesitaríamos otros líderes políticos.