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“¿Está Gila? Que se ponga”

La 1 reúne a los grandes cómicos de la televisión en un homenaje al humorista madrileño, en el que reaparecen Pajares, Esteso y Chiquito

Ramón Muñoz
Santiago Segura, conductor de el programa Arriba ese ánimo, en homenaje al humorista Miguel Gila.
Santiago Segura, conductor de el programa Arriba ese ánimo, en homenaje al humorista Miguel Gila. TVE. (El País)

Llamar a la risa en tiempos de tribulación es un arma de doble filo. Con el mundo financiero derrumbándose y arrojando sus cascotes sobre los hombros de la gente común, invocar a los cómicos puede parecer más un sarcasmo que una invitación al escapismo. La 1 de TVE ha decidido aceptar el reto programando para esta noche una gala del humor bajo el sugerente título Arriba ese ánimo, en la que va a reunir a 25 cómicos españoles desde casi el inicio de la televisión.

La excusa no puede ser mejor. Un homenaje a Miguel Gila, el humorista que mejor ha rentabilizado su repertorio de sketches. “¿Está el enemigo? ¡Que se ponga!... Que no disparéis hoy de 4 a 6 porque dan el Tour, y de paso me devolvéis la bala porque no me quedan más”. No importa que repitiera una y otra vez sus conversaciones imposibles, de pie, calada la boina o el casco, junto a su atril, sosteniendo el teléfono negro, que siempre quedaba una reserva para sonreír cuando volvía a ponerse al aparato.

El programa promete porque, además del homenaje al humorista madrileño, es una especie de Cuéntame del humor español, un repaso nostálgico por aquellos histriones que amenizaban los programas de variedades o las galas de Nochevieja, aunque en algunos casos más bien sería un ¿Qué paso con…? porque a protagonistas de la gala como Fernando Esteso, Andrés Pajares o Chiquito de la Calzada los dábamos por desaparecidos.

"Hacen falta más programas de humor como estos. El humor está como denostado ahora en las parrillas de las cadenas, como en un plan secundario, en cápsulas. Por eso, son tan importantes programas como estos, y más ahora, con todo lo que está sucediendo que nos envuelve en el pesimismo. Gila era como el gran maestro de todos nosotros, pero a mi me guistan todos los cómicos porque están un poco grillados y te lo hacen pasar bien", dice Leo Harlem, uno d elos humoristas que aparece en la gala.

Para encargarse de revivirlos han elegido a Santiago Segura, que repite tras su éxito en los Goya, la única intervención que a duras penas mereció el calificativo de irreverente (“Estoy contento de que hayan valorado por fin a una película española sobre la Guerra Civil”). Segura y su álter ego Torrente es un respiro en esa atmósfera plomiza de pensamiento único que rodea a nuestro cine, que desprecia el humor tal vez porque no tiene el suficiente talento para llevarlo a la pantalla.

"Me han elegido a mi porque soy el que menos gracia tengo de los que participa. Yo hjago comedias esporádicamente. Opero todos ellos son unos clásicos, míticos, emblemáticos...no tengo calificativos. Forman parte de la historia del humor. Y siguen ahí. Creo que a la mitad de ellos los he tenido en Torrente", señala Santi Segura.

El actor y director confiesa que la idea surgió de un anuncio de la marca Campofrío de las pasadas navidades en que se hacía una breve retrospectiva de los humoristas. "Ahora hace falta más que nunca animarse, aunque el título de la gala suene a velatorio lo cierto es que, sin la que está cayendo, subimos aunque sea unos milímetros los ánimos merecerá la pena", apunta Segura, que echa en falta más humor en el cine. 

En realidad, los grandes cómicos españoles no se han forjado en el cine sino en Radiotelevisión española. Los pioneros del blanco y negro, a los que se recordará también mañana en imágenes de retrospectivas, como Tony Leblanc, Ángel de Andrés, Cassen, José Luis Coll o el propio Gila se foguearon en programas de variedades como La Gran Parada.

Aunque el gran vivero fue Un, dos, tres, responda otra vez, el programa de Chicho Ibáñez Serrador que alumbró a La Bombi, Beatriz Carvajal, Raúl Sender, Arévalo, Moncho Borrajo, Dúo Sacapuntas, Joe Rígoli (“Yo, sigo”), Bigote Arrocet y otros tantos. Gastaban un humor de brocha gorda, rayano casi siempre en lo zafio, que no resistiría ahora la corrección política, pero llenaban el hueco de las noches de los viernes que ahora ocupan los Sálvame de Luxe, bastante menos edificantes. Pero del mítico concurso también surgieron La Trinca, Cruz y Raya o Martes y Trece (que vuelven a reunirse para el programa), que luego se harían dueños de los especiales y las galas de Navidad.

Con la aparición de las televisiones privadas, llegarían los chistosos como Paz Padilla, Felisuco, Mariano el Corto, Barragán, o Chiquito, a los que han sucedido los monologuistas, como los del Club de la Comedia, Buenafuente o el Gran Wyoming, un poco más evolucionados, pero despidiendo el mismo tufo a naftalina por los encorsetados guiones.

Para el salto a un humor distinto, esperpéntico y muchas veces genial habría que esperar a La hora de Chanante transmutado en Muchachada Nui de Joaquín Reyes y sus amigos, que también estarán presentes en la gala.

Sus Celebrities manchegas son ya tan clásicas en el humor español como Como llenar un vaso de agua de Tip y Coll, las empanadillas de Martes y Trece, el Que no es por ir, pero si hay que ir, se va de Cruz y Raya,o el tío de la Vara y el cansino histórico de José Mota.

Gila está justo en el epicentro de todos ellos. Por eso no está demás que esta noche descuelguen el teléfono y le pregunten: “¿Esta Gila? Que se ponga”.

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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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