Luna llena en Calenda

Un pueblo de sierra rodeado de bosque. Unos habitantes misteriosos. Oscuridad. Música. Caras conocidas. Protagonistas jóvenes y guapos. Hombres lobo. La mezcla no puede fallar. Luna, el misterio de Calenda, que arrancó ayer martes en Antena 3, recoge en su propio título los ingredientes que la componen. La serie deja claro desde los primeros compases cuál es el tipo de público al que se dirige: un espectador seguidor de la saga Crepúsculo y que estaba esperando la versión patria como agua de mayo. Eso sí, una versión con una investigación de fondo para abrir algo más el campo de acción.

El primer capítulo de Luna... no nos ha dado demasiados elementos para saber hacia dónde irá la trama. Pero es lo que suele ocurrir con los capítulos piloto, donde bastante tienen los guionistas con presentar a los personajes y sus relaciones, además de empezar a plantear la historia de fondo. Una jueza y su hija llegan a la pequeña población de Calenda para reencontrarse con su marido e intentar reconstruir la vida familiar. En unos minutos empiezan a las rarezas de sus nuevos vecinos. La misteriosa desaparición del marido sirve como punto de arranque de la investigación que lleva a un macabro descubrimiento al final del primer capítulo. Además, la hija adolescente empieza a sentir curiosidad por un misterioso compañero de instituto que (por supuesto) se comunica sospechosamente bien con los lobos que abundan por el lugar.

Luna, el misterio de Calenda es un cóctel de elementos que suenan familiares pero que, aplicado con un envoltorio sugerente encabezado por caras conocidas (Belén Rueda, Fran Perea, Leonardo Sbaraglia, Olivia Molina...), puede conseguir la atención de un sector del público muy fiel y bastante numeroso al que la serie también habla de tú a tú gracias a las redes sociales.

Habrá que esperar a ver cómo se desarrolla y hacia dónde se dirige la historia. Lo que sí ha quedado claro ya es que la ficción de Antena 3 vuelve a pecar de capítulos demasiado largos (la misma cruz de siempre en las series españolas) y de ciertas sobreactuaciones que hacen que no nos lleguemos a creer a los personajes. Belén Rueda parece rememorar demasiado el mal trago que pasó en El orfanato. Fran Perea no consigue quitarse de encima a Marcos Serrano y va de relación ilícita en relación ilícita...

En definitiva, nada nuevo ni para mal ni para bien. Un producto destinado a un público que ya ha demostrado sobradamente que puede convertir una película o una serie con hombres lobo y/o vampiros en un fenómeno. "Han sido ellos, han vuelto", sentenciaba una anciana al final del primer capítulo. ¿Cuáles son las razones de que hayan vuelto? ¿Dónde se habían ido? ¿Le interesará a alguien? Veremos.