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'Aguila roja' vuela a Corea

La ficción española salta fronteras y se exhibe en los cinco continentes Los países del Este se han convertido en el gran mercado de las series

Rosario G. Gómez
David Janer, caracterizado como su personaje en 'Águila Roja'
David Janer, caracterizado como su personaje en 'Águila Roja'

La ficción española es cada vez más global. Salta las fronteras y triunfa al otro lado del planeta. Series como Física o química, Los misterios de Laura, Águila roja, Los protegidos, Tierra de Lobos, La fuga, El internado o Escenas de matrimonio se han exportado a los cinco continentes, pero es sobre todo en las televisiones de Europa del Este donde los productores han encontrado un floreciente mercado. Esta tendencia se ha puesto de manifiesto en el MIP de Cannes, la cita audiovisual más importante de Europa, que se ha celebrado esta semana en la ciudad francesa.

Los productores tienen dos fórmulas para comercializar sus series: vender la lata (la obra grabada) o poner en el escaparate el formato (los personajes, las tramas) para ser adaptados por compañías locales. Ambas opciones son muy demandadas. Las series españolas, de hecho, son un auténtico boom en Rusia, Polonia, Rumania y en la antigua Yugoslavia. “Antes de la crisis, nuestro mercado natural era Italia, Grecia y Turquía. Ahora el relevo lo ha tomado Europa del Este y los países bálticos”, comenta María García Castrillón, directiva de Boomerang.

Esta productora, por ejemplo, ha cerrado un acuerdo con una compañía rusa para copiar Los misterios de Laura, protagonizada por María Pujalte. Seguirá los pasos de Física o química, de la que ya se han emitido 40 episodios. La historia de amor de un profesor y una alumna se ha convertido en telenovela diaria de la mano de la cadena estadounidense de habla hispana Telemundo, que estirará la trama a lo largo de 130 episodios. “Es un producto muy diferente. Ha gustado por la manera arriesgada en la que aborda los problemas de los jóvenes”, apunta García Castrillón.

Innovadora es también la propuesta que ha hecho la televisión catalana TV3 con Polseres vermelles (Pulseras rojas), vendida a Finlandia, México y Corea del Sur y sobre la que se ha interesado la Abc. Esta cadena estadounidense ha suscrito una opción de compra para adaptar el formato de la mano de Dreamworks, la compañía de Steven Spielberg. Víctor Carrera, directivo de TV3, sostiene que la serie “solo la podía hacer una televisión pública”. “Ahondar en el tema del cáncer infantil y juvenil en un hospital tenía un alto componente de riesgo. En las ficciones de hospitales los protagonistas suelen ser los sanitarios. Aquí son los pacientes. Todo pivota alrededor de un chaval en coma”. Carrera descata el enfoque “vitalista” que trasladó su creador y guionista, Albert Espinosa. Además de EE UU, Australia está considerando el formato.

Rusia parece haberse convertido en una colosal pantalla para las series españolas. En Moscú triunfan Gran Hotel y El barco, que “tiene más audiencia que CSI”, dice eufórica Geraldine Gonard, de Imagina. “Además”, añade, “se está pirateando. Y eso significa que gusta. Es la ventaja y la desventaja”. Imagina ha colocado Águila roja en televisiones de Corea del Sur y Tailandia. Australia estrenará la versión cinematográfica. “Son ventas exóticas. No dejan mucho dinero, pero a los asiáticos les resulta gracioso ese héroe que se pelea como un ninja. Quizá haya gustado también porque en Asia existe una leyenda precisamente sobre un águila roja”, añade Gonard.

Francia es también un buen mercado para el sector audiovisual español. Gran Hotel se emitirá en la cadena M6 y en Italia es probable que se ponga en marcha una adaptación. A tenor de los contactos entablados en el MIP, existen también opciones para su pase en Latinoamérica. “Es nuestro mercado natural, aunque el acento es un problema. No gusta. Hay que hacer un doblaje neutro”, apunta José Antonio Salso, responsable de ventas de Antena 3. “En España se aceptan bien las telenovelas latinoamericanas, pero el viaje de vuelta es mucho más complicado”.

El humor, un género rentable, hace que las comedias tengan una excelente acogida en los mercados foráneos. Lo sabe bien Telecinco, que triunfa con sus histriónicas Escenas de matrimonio entre los espectadores galos. Antena 3, que ha exportado el formato de Aquí no hay quien viva a cadenas de Europa del Este y de América Latina, aspira a repetir el fenómeno gracias a Con el culo al aire. Aída está a punto de ser adaptada en Ecuador.

Las intrigas también tienen adeptos fuera de España. Los secretos de Puente Viejo se emitirá en los países francófonos de África (Libia, entre ellos) y Gran reserva tendrá su propia versión en Chile. En Europa occidental triunfa la serie policiaca Cuenta atrás, protagonizada por Dani Martín, que también tiene una réplica alemana.

Con el apoyo de la entidad Audiovisual from Spain, las series españolas saltan a los mercados internacionales en un momento en el que parones como el de TVE asustan al sector. Los productores españoles han regresado de Cannes moderadamente satisfechos, aunque la crisis (y la proximidad de los Screening de Los Ángeles, en mayo) ha hecho mella en esta edición.

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