Goldfrapp, 'The singles'

El pop tal cual está muy bien, pero el pop con un punto pervertido está mucho mejor. Del primero seguramente te acabarás olvidando una vez pase la euforia, pero el segundo es probable que se te meta bajo la piel. Goldfrapp son de los que se meten y se quedan. Esta recopilación de singles revela su estrategia para infiltrarse en las listas de éxitos grabando canciones con un punto malicioso, enigmático, renovador. A Goldfrapp les sale de una manera natural aquello que Madonna no tiene más remedio que encargar a otros, pero también saben hacer canciones sin más.

The singles propone un paseo por la cara más popular del grupo, empezando por las canciones que les dieron a conocer (Lovely head, Utopia), convirtiéndoles en el grupo que triunfó enterrando definitivamente al trip hop. Cambiaron de rumbo al fusionar la electrónica disco con la electrónica sucia, con Train y Strict machine, y después amortizaron el descubrimiento con Ooh La La, number 1 y Ride a white horse. Se sacaron el toque oscuro y morboso para la siguiente etapa, representada aquí por A&E y Happiness, y después optaron por un pop libre de toda impureza en Rocket y Believer, que sonaban más al Moroder de Flashdance que al del periodo Munich. Los dos temas nuevos, Yellow Halo y Melancholy Sky, que quizá marquen un paréntesis hasta que aparezca el sexto álbum del dúo, parecen querer devolver al dúo a sus orígenes. Sea como sea, estos singles y algunos que brillan por su ausencia en esta selección, constatan que Goldfrapp es una máquina de hacer pop que puede ser más blanco o más más retorcido, pero que casi siempre es irresistible. 

Valoración: 0 ABERRANTE, el mundo sería mejor sin él; 1 PRESCINDIBLE, nadie se acordará de él; 2 PASABLE, para incondicionales; 3 ACONSEJABLE, en su estilo merece la pena; 4 INDISPENSABLE, un éxito asegurado; 5 OBRA MAESTRA, uno entre un millón.