‘Saber y ganar’, el concurso español más longevo, celebra 15 años de vida

Doce días de emisión para celebrar 15 años de vida. Esta es la propuesta de Saber y ganar, el concurso más longevo de la televisión española. Hoy comienza esa conmemoración, con la emisión de tres entregas especiales en los que participarán los 15 “magníficos” de la historia del programa. Desde el lunes y hasta el 1 de marzo, continuará el festejo con diferentes emisiones en las que Saber y ganar reunirá a sus seis mejores participantes de 2011.

Durante estos 15 años, Jordi Hurtado se ha convertido en el rostro visible del concurso y destaca que la fecha se disfruta “desde la tranquilidad, gracias a que siempre hemos vivido cada aniversario paso a paso porque nunca hemos sido un programa que haya destacado por una gran explosión popular, así que puede decirse que nos hemos mantenido y hemos tenido la suerte de haber fidelizado a los espectadores. Al igual que quieren ver un informativo diario, quieren ver un Saber y ganar diario. También ha ayudado que sea un programa en el que los premios son modestos, porque así estos no son el principal aliciente”.

Según Hurtado, lo más importante “es el hecho de sentirse orgulloso del paso de los años, más aún cuando se trata de un formato blanco, pero no vacío, porque siempre está repleto de contenidos. Te sientes feliz y vas con la cara bien alta porque haces televisión y, además, la haces sin tener que sacar las vísceras a nadie y sin tener que preguntar a nadie sobre sus gustos sexuales. Que la gente te aborde en un restaurante, en una tienda... es un orgullo”.

En estos tiempos en que la televisión está siempre atenta a los índices de audiencia, y devora programas sin cesar, en Saber y ganar “a veces nos quedamos atónitos, porque ahora que las audiencias se miden al minuto, resulta que estamos por encima de todas las cadenas generalistas. Nos parece increíble que seamos capaces de marcar picos como el del 31 de enero: a las 16.05 teníamos un 15% de cuota de pantalla. Nos estaban viendo más de dos millones de espectadores”, señala el presentador.

En la existencia de Saber y ganar Hurtado reivindica “el papel capital del director, Sergi Schaff, que mima el programa día tras día, y el de los guionistas, que tienen como máxima la imaginación; me sorprenden a mí mismo, hace unos días se presentaron con una pregunta en la que había que averiguar cuántos soldados había dentro del caballo de Troya”.

Jordi Hurtado asume su particular manera de expresarse ante las cámaras “porque el presentador tiene que enfatizar y crear empatía; además, Sergi siempre me anima, nunca me dice que no, y alimenta la relación entre Juanjo Cardenal y yo; en el plató hay honestidad y verdad, todo lo que pasa es de verdad y es imprescindible el buen rollo entre los dos, porque trabajamos sin guión; yo tengo las preguntas que hago a los concursantes, pero nada más, el resto es todo improvisación, tenemos que inventar, que darnos réplicas, de modo que si él sale por peteneras yo salgo por bulerías”.

El hecho de que Saber y ganar sea un emblema con 15 años de existencia puede hacer pendar que otra televisión es posible aunque, según Hurtado, “todas las televisiones son posibles desde la llegada de la televisión a la carta. Tú eliges. Otras televisiones hacen otros programas y, quien los quiera ver, que los vea. Pero la democracia televisiva es elegir. Hay muchos jóvenes que ven la tele por Internet, de modo que el instrumento ya no es el televisor, sino el ordenador. Y eso nos hace crecer a nosotros, al igual que Facebook, al igual que el Canal Internacional, por el que mucha gente nos ha seguido desde Latinoamérica”

La serie de programas especiales que arranca hoy es, en palabras de Hurtado “un homenaje a los concursantes, que son los verdaderos protagonistas, y en los que las preguntas girarán en torno a los acontecimientos históricos de estos 15 años y también en torno a lo que se ha vivido en el programa a lo largo de este tiempo”. Un programa que no tiene fecha de caducidad aunque, como asegura Hurtado “el otro día yo dije que sólo firmaba un contrato por otros 15 años, porque no quiero encasillarme”.