Y la serie se hizo videojuego
Texto por Iván de Moneo
El estado de gracia y ebullición en el que está instalada la ficción televisiva estadounidense no pasa inadvertido para otra gran industria del entretenimiento: los videojuegos. La conversión de series en bytes no es algo nuevo, pero en los últimos años se ha incrementado este trasvase, del que se benefician las dos partes. El que no sale tan bien parado es el jugador. La mayoría de intentos de emular en nuestras consolas y ordenadores la intensidad de las historias y personajes de la pequeña pantalla ha cosechado sonoros fracasos. Aquí rescatamos algunos casos de este particular, y a ratos forzado, hermanamiento.
Media humanidad ya hablaba del vuelo 815 de Oceanic Airlines, del humo negro y de Jack Shephard cuando Ubisoft decidió convertir la exitosa serie de la ABC en videojuego. La expectación era máxima, pues estaba a punto de estrenarse la cuarta temporada en EE UU. Pero el juego no logró emular, ni de lejos, el impacto de su hermana mayor. El título en cuestión nos pone en la piel de uno de los supervivientes, pero (primer fallo) no es ninguno de los carismáticos personajes que buscan solución a sus propios interrogantes y a los que plantea la isla en televisión. La estructura es muy lineal y los giros argumentales, acertijos y puzles (segundo fallo) no alcanzan el nivel de los que plantean los maquiavélicos guionistas en la pequeña pantalla. Son demasiado fáciles, en un intento de agradar a todos. Por eso, el juego se acaba en un santiamén y ni los famosos flashbacks de la serie, también aquí recreados, ni la música y la contextualización al español de las voces de los personajes, sirven para mantener la tensión a flote. En definitiva, un juego solo recomendado para los muy fans de Perdidos.
George R. R. Martin va camino de convertirse en el nuevo J.R. Tolkien de la literatura fantástica, pero desde luego no será por el videojuego inspirado en su saga de espadas, dragones y brujería. A Game of Thrones: Genesis es un juego de estrategia para PC en tiempo real que reproduce fielmente el universo de Juego de Tronos, la serie televisiva que ha revitalizado los libros de Martin. Los franceses del estudio Cyanide se inspiran en juegos como Age of Empires para embarcarnos en un cuento medieval al que parece no faltarle ningún ingrediente –alianzas secretas, traiciones y muchas batallas- pero que hace aguas por sus cuatro costados al juntarlos en un cóctel descafeinado que no seducirá al asiduo a este tipo de juegos, un género saturado en el que ya solo destaca la excelencia.
Los combates, epicentro de la acción, son aburridos y la historia de las Casas de Poniente decae enseguida lastrada por unas pobres animaciones y una mecánica antigua y desfasada. Lo único rescatable del juego es que recrea con cierta gracia los entresijos de la diplomacia entre bambalinas y las oscuras maniobras políticas, ingredientes esenciales en las novelas de Martin. El consuelo que le queda al seguidor de Juego de Tronos es que está previsto otro juego para 2012, esta vez de acción. Quizá entonces se haga justicia al talento de Martin.
No hace falta haber visto las cinco temporadas –la sexta se emite ahora en EE UU- de Dexter para sacarle todo el jugo al juego que lleva su nombre, que lleva desde 2009 disponible para iPhone y iPod Toch. Mezcla con tino infiltración, minijuegos detectivescos, mucha conversación y pequeñas dosis de acción.
La historia se aleja de la mediocridad que suele lastrar a los juegos con licencia televisiva con un inspirado guión que firma el propio Tim Schlattmann, uno de los productores de la serie. Como en televisión, nuestro Dexter Morgan virtual también es un asesino en serie adicto a la sangre que espía, asesina y trocea a sus víctimas en morbosas autopsias.
Coincidiendo con el estreno de la última temporada, también se puede jugar en Facebook a Dexter: Slice of Life, desarrollado por Ecko/Code. Un juego de presupuesto más modesto pero que incorpora la novedad de incluir nuevas historias y tramas inéditas del justiciero más sanguinario de la televisión a medida que se vayan estrenando los nuevos capítulos.
De nuevo Facebook es el granero de juegos inspirados en series, y de nuevo el estudio Ecko/Conde reinterpreta los avatares de otro serial de éxito. En este caso se trata de Weeds Social Club, que explota las posibilidades que brinda la red social para poner en común a jugadores de todo el mundo en el cometido de sembrar y vender marihuana para salvar nuestra vivienda (virtual).
Si hay una serie que ha hecho méritos para convertirse en videojuego, esa es Breaking Bad. Sus creadores no paran de lanzar guiños a los grandes juegos de los últimos años. Lo hicieron con Rage, al incluir a uno de sus protagonistas jugando al título de ID, y los padres de Doom les devolvieron el cameo al incluir, entre los objetos escondidos en el mundo postacopalíptico de Rage, la dentadura de Tuco Salamanca, uno de los traficantes de drogas que aparece en la serie. Memorable también es la acalorada discusión sobre zombies y videojuegos que mantienen durante un episodio de la cuarta temporada los colegas de Jesse Pinkman. Parece una escena extraída del mismísimo Grand Theft Auto o de las primeras películas de Tarantino. Por el momento los creadores de Breaking Bad han lanzado una novela gráfica interactiva a la que se puede acceder desde la misma página oficial.
Telltale Games, estudio conocido por juegos de aventuras como Sam & Max y Regreso al Futuro, está a punto de sacar para PC y consolas un videojuego basado en los comics de Robert Kirkman y la posterior serie The Walking Dead, que acaba de estrenar su segunda temporada (en España en Fox y La Sexta). A diferencia de la mayoría de juegos de zombies, como Left 4 Dead, Los Muertos Vivientes aparcará los disparos y pondrá el foco en la investigación y la exploración. La estética intentará ser respetuosa al máximo con los dibujos de Charloe Adlard del cómic original. El juego, que está previsto que vea la luz en 2012, nos pone en el papel de un exconvicto que intentará sobrevivir a la horda zombie acompañado de un niño huérfano de siete años. Aún no se sabe si aparecerá o qué papel jugará el oficial de policía Rick Grimes, protagonista de la serie. Aquí puedes ver una entrevista (en inglés) a uno de los desarrolladores del juego.
Hay una máxima que los creadores del videojuego de Mujeres desesperadas pasaron por alto: si copias el original, hazlo para mejorarlo. Liquid Entertainment se limitó a fusilar la filosofía del archiconocido Los Sims para exprimir la licencia de la serie de ABC sobre las vecinas del acomodado suburbio de Wisteria Lane. Para mayor escarnio, el guión de este pseudo simulador social lo firma uno de los guionistas de la serie. En el juego encarnamos a una dócil ama de casa que consagra su existencia a cocinar, cuidar el jardín y cotillear con las mismísimas mujeres desesperadas. Para olvidar.
Hasta siete juegos se han hecho de la interminable CSI. Cinco inspirados en la original CSI: Las Vegas y otros dos consagrados a cada spin-off de la serie: CSI: Miami y CSI: Nueva York. Con algún que otro altibajo, el denominador común de todos ellos es su aceptable calidad media. Aunque si en lugar de siete hubieran sido solo tres, mucho mejor. El más inspirado de todos quizá sea CSI: Las tres dimensiones del asesinato, del año 2006.
Aquí se trata de resolver enrevesados casos, un total de seis asesinatos, en los que será necesario recoger pistas en el mismo escenario del crimen y después analizarlas en el laboratorio. El juego es una clásica aventura gráfica de point and click (apuntar un objeto y pulsar después el mando/ratón para activarlo). Para el acérrimo seguidor de CSI, cuenta con el añadido de tener a nuestra disposición al elenco de personajes, con sus voces perfectamente dobladas al español.
La serie es el clásico ejemplo de irrupción espectacular y vertiginoso descenso a los infiernos. La serie de la NBC sobre personas corrientes con poderes paranormales debutó en 2006 con gran audiencia en EE UU pero enseguida perdió fuelle. La puntilla se la dio la huelga de guionistas en Hollywood que obligó a meter la tijera en la segunda y tercera temporada. El videojuego, a cargo de Ubisoft, estaba programado para estrenarse por todo lo alto coincidiendo con la cuarta temporada. Pero las duras críticas y la menguante audiencia obligaron a cancelarlo de manera abrupta. Solo Gameloft, la principal desarrolladora de juegos para dispositivos móviles, se atrevió a dar un paso al frente y lanzó un sencillo pero adictivo juego de acción en el que controlamos a varios protagonistas como Hiro Nakamura, el gris oficinista japonés que puede controlar a placer el espacio y el tiempo. Es conveniente haber visto la serie antes, porque el juego contiene spoilers a cada paso que damos.
Aunque ya tiene unos añitos, 13 en concreto, Expediente X es quizá la mejor traslación de una serie al mundo de los videojuegos. En el papel del agente del FBI Craig Joshua, debemos de buscar a nuestros colegas desaparecidos, los famosísimos Mulder y Scully. Hyperbole Studios optó por una técnica ahora en desuso pero que a mediados de los noventa vivió su esplendor: el FMV o Full Motion Video. Y el resultado, para ese momento, fue espectacular. El guión de este episodio virtual (que ocupaba la descomunal cifra de 7 cedés en su versión PC) lleva la firma de Chris Carter, el creador de la serie con más tirón de finales del siglo XX. Y la hipnotizante melodía de Mark Snow con la que se iniciaba la serie también está presente, junto a otras composiciones que el propio Snow creó específicamente para el juego.
Otra más que digna conversión fue Buffy, la cazavampiros (2002), paradójicamente cuando la serie daba ya sus últimos coletazos. La aventura de la explosiva Sarah Michelle Gellar, el último miembro de una dinastía que lucha contra los espectros, recuerda al clásico Tomb Raider al predominar la acción aunque con pinceladas de exploración y puzles. Muy recomendable para quien quiera desempolvar su vieja Xbox.
Hay grandes juegos inspirados en la Mafia. Desde luego, Los Soprano no es uno de ellos. Y eso que la galardonada serie de HBO que nos introduce en una familia italo-americana de Nueva Jersey tenía todo los ingredientes para convertirse en un bombazo. Pero la licencia se desaprovechó con un juego mediocre, por no decir malo, que clonaba la mecánica de Grand Theft Auto pero que quedaba a años luz de la profundidad y diversión de la perla de Rockstar. Ni los más entusiastas seguidores de Tony Soprano deberían de perder un minuto de su tiempo en probarlo.
Para terminar nuestro repaso, nos detenemos en una de las series más hilarantes, ácidas y políticamente incorrectas hechas durante la última década en Reino Unido. Los punzantes gags de Little Britain, que sacaron los colores a la sociedad británica más rancia, no se merecían un homenaje tan lamentable. El juego en cuestión se divide en ocho pequeñas fases en las que los personajes ideados por los humoristas Matt Lucas y David Walliams tienen que abrirse camino de la forma más surrealista posible. El resultado es un despropósito cuyo único logro ha sido el de registrar las peores notas de la prensa especializada en años.
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