Obra temprana de Caravaggio, El tañedor de laúd pasó a integrar la colección del Hermitage en 1808. La exposición del Prado también incluye otros grandes maestros del arte italiano, predilecto de los zares rusos, como Lorenzo Lotto, Tiziano o El Veronés.TEXTO: IKER SEISDEDOS / FOTO: BERNARDO PÉREZPocas visitas de un lienzo de Velázquez resultan un acontecimiento en el Prado, casa por antonomasia del artista. Esta lo es. Pertenece a la época sevillana del pintor, escasamente representada en las colecciones del Prado. Velázquez no está solo. Ribera y El Greco lo acompañan en la sala dedicada a la pintura europea de los siglos XIX y XVII.TEXTO: IKER SEISDEDOS / FOTO: BERNARDO PÉREZLa colección de rembrandts del Hermitage es una de las más importantes del mundo. Y entre todos ellos destaca este, misteriosa representación del desconsuelo. Representa al visir Hamán en el que recibe la orden de honrar a Mardoqueo, personaje judío de la Biblia. La leyenda era muy popular en Ámsterdam en la época de Rembrandt.TEXTO: IKER SEISDEDOS / FOTO: BERNARDO PÉREZEste grupo es un modelo para una de las creaciones más célebres de Bernini, que se encuentra en la iglesia de Santa María della Vittoria, en Roma.TEXTO: IKER SEISDEDOS / FOTO: BERNARDO PÉREZLa colección de arte de las primeras vanguardias es uno de los puntos fuertes del Hermitage. Esto fue gracias al impulso de coleccionista de Sergei Ivanovich Shchukin y Ivan Abramovitch Morozov, que aportaron grandes joyas del siglo XX como esta explosión de color de Kandinsky.A partir de un lienzo de Matisse, 'Mujer con sombrero' (1905) imaginó Van Dongen a una de las mujeres más enigmáticas de la historia del arte. En él, el artista pone del revés las normas y pautas para elaborar un retrato tradicional de gala.TEXTO: IKER SEISDEDOS / FOTO: BERNARDO PÉREZPaulus Potter era el pintor de los animales, como recuerda el director adjunto Gabriele Finaldi. Famoso por sus vacas, el Prado se ha traído un enigmático perro, que representaba al del mecenas del artista, Dirk Tulp.TEXTO: IKER SEISDEDOS / PAULUS POTTERUna prostituta ante un vaso de absenta atrae las miradas en el piso superior de la exposición del Prado. Comparte sala con grandes joyas de Matisse, Gauguin, Soutine o Delaunay.TEXTO: IKER SEISDEDOS / FOTO: BERNARDO PÉREZLa muestra se cierra, muy apropiadamente, con el cuadro 'Cuadrado negro', de Malévich, que viene a representar uno de los primeros gritos de la abstracción y en cierto modo el fin mismo de la pintura.TEXTO: IKER SEISDEDOS / KAZEMIR MALÉVICH
