Esperando la llegada de los toreros al patio de caballos desde los arcos del tendido alto.ÁLVARO GARCÍALa capilla es el último momento de silencio y soledad antes de pasar al túnel de cuadrillas.ÁLVARO GARCÍALa montera y su funda duran toda la carrera de un diestro.ÁLVARO GARCÍALa puntilla, herramienta del tercero de cada cuadrilla, para finiquitar la faena, junto a otros enseres.ÁLVARO GARCÍAPor un euro y veinte céntimos el espectador gana algo en comodidad. Las almohadillas, casi siempre relacionadas con las tardes para el olvido.ÁLVARO GARCÍACambiar la seda por el percal. Tras el paseíllo toca tomar el capote de brega.ÁLVARO GARCÍAEl triunfo final depende de la espada.ÁLVARO GARCÍATijeras, aguja e hilo, material imprescindible para el mozo de espadas.ÁLVARO GARCÍAAbanico y clavel visten los tendidos.ÁLVARO GARCÍAEl vestido se estrena en Madrid. Los nervios se matan ajustando el traje.ÁLVARO GARCÍADejar huella a cada paso, que cuando el toro embista no se muevan los pies, gran reto para el torero.ÁLVARO GARCÍAEl alguacilillo, representante de la autoridad en el callejón.ÁLVARO GARCÍALos subalternos, labor callada y discreta, siempre a favor del matador.ÁLVARO GARCÍALos monosabios, mozos de cuadra, preparados para asistir a caballo y picador durante la suerte de varas.ÁLVARO GARCÍALos petos modernos mantiene la estética de siempre pero están hechos de capas de kevlar, más ligeros y resistentes.ÁLVARO GARCÍAPañuelo blanco, petición de oreja. Solo asoman en tardes de triunfo.ÁLVARO GARCÍALa soñada y difícil Puerta Grande, el portón de los sueños.ÁLVARO GARCÍA
