8 fotosUna vida de casi 100 añosUna vida de casi 100 años 30 abr 2011 - 18:11CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinBlueskyCopiar enlaceSabato tuvo una faceta de luchador por los derechos humanos y su compromiso contra la dictadura militar que gobernó Argentina entre 1976 y 1983. Como recordó ayer la periodista Magdalena Ruiz Guiñazú, "firmó todas las peticiones que pudo reclamando la aparición con vida de quienes habían sido secuestrados", recibió el encargo del primer presiente democrático, el radical Raúl Alfonsín (en la imagen), de presidir la recién creada CONADEP en 1984.Ernesto Sábato y Francisco Ayala en Valladolid en 1994. El escritor argentino iba a ser objeto hoy de un homenaje en la 37 edición de la Feria del Libro de Buenos Aires.SANTOS CIRILOEl escritor viajó a España en 1997 para declarar en la Audiencia Nacional ante el juez Baltasar Garzón (en la imagen) en la causa que investiga la desaparición de ciudadanos españoles durante el régimen militar argentino.JJ GUILLEN (EFE)Ernesto Sabato sufrió durante años una fuerte depresión y pasó sus últimos días recluido en su domicilio, sin escribir prácticamente pero pintando, su segunda vocación artística, que siempre supo compaginar con la literatura. "La razón no sirve para la existencia", afirmaba. No quería que se le encasillara en ninguna tendencia literaria.El escritor empezó su vida profesional como físico, en Zurich (Suiza), pero muy rápidamente comenzó su actividad literaria y su amistad con el Grupo Sur, donde conoció a Victoria Ocampo y a Jorge Luis Borges (en la imagen, tomada en 1999), con quien mantuvo siempre una relación conflictiva pero que dio origen, en 1976, a un hermoso libro titulado 'Diálogos con Jorge Luis Borges'.Sabato durante su discurso en la entrega de los premios Ortega y Gasset en 2002 (en la imagen con Juan Luis Cebrián). En 1984 obtuvo el Premio Cervantes, ocasión en la que pronunció un discurso en el que describió a El Quijote como "un simple mortal, tierno desamparado, andariego, el hombre que alguna vez dijo que por la libertad, así como por la honra, se puede y se debe aventurar la vida".José Saramago y Ernesto Sabato durante un homenaje dedicado al argentino en el teatro El Círculo durante la III edición del Congreso Internacional de la Lengua Española en Rosario (Argentina), en 2004.LEO LA VALLE (EFE)Tuvo también una vida andariega, marcada por la literatura y por su compromiso ético que le llevó al final de su vida a declararse mas cercano al "anarco-cristianismo" que al activo comunismo de su juventud. (Imagen: París, 1993)DANIEL MORDZINSKI