8 fotosEl arte de DiorEl arte de Dior 26 abr 2011 - 17:13CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceLa nostalgia por un romanticismo de otro tiempo está en la esencia del estilo Dior. Christian Dior evocaba la grandeza de la belle époque y de María Antonieta en sus floridos y exuberantes diseños y sus sucesores han continuado con ese gusto por el exceso. En el salón central de la muestra, entre majestuosas columnas, la exposición Inspiración Dior recoge seis de estos temas (el jardín, el baile, el siglo XVIII...) y los coloca junto a las pinturas que evocan. Renoir, Van Gogh, Boldini, Toulouse-Lautrec o Klimt acompañan a los gigantescos vestidos de baile y a los imposibles talles. En la imagen, la sección dedicada a los grandes bailes vigilada por una pintura de Franz-Xaver Winterhalter, Madame Barbe de Rimsky-Korsakov (1864), cedida por el Museo d'Orsay de París. TEXTO: E. DE LA TORRIENTEDIOREn 1959, 12.000 rusos compraron una entrada para ver los diseños de Dior (entonces, obra de Yves Saint Laurent) que se exhibieron en Moscú durante una semana. Es una muestra de la antigua y mútua fascinación entre la casa de moda francesa y el país que ahora acoge esta exposición. A la inversa, el propio Dior visitó Moscú en 1931, como un impresionable joven de 26 años, y quedó marcado por su cultura. La sección de la muestra que recoge la influencia del espíritu viajero tiene un apartado dedicado a Rusia. Una obra de Malevich de 1931 acaricia un diseño de la colección de primavera/verano 2002 de Galliano, que estuvo directamente inspirada en el vanguardista pintor ruso. TEXTO: E. DE LA TORRIENTEDIOREl museo Pushkin de Moscú inaugurará el jueves la exposición Inspiración Dior, que analiza la relación de esta casa con el arte a lo largo de sus 64 años de historia. Florence Müller y Jacques Ranc son los comisarios de una muestra que establece un diálogo entre 120 vestidos de alta costura y obras firmadas por Picasso, Matisse, Cézanne o Man Ray. "Se han vencido muchos prejuicios en el mundo del arte en los últimos años. Un traje de alta costura es respetado y admirado como una expresión artística más", afirma Müller. En la gran sala central, los vestidos y las obras se agrupan en seis grandes temas que han sido recogidos por Dior y los cuatro diseñadores que le han sucedido tras su muerte en 1957: Yves Saint Laurent, Marc Bohan, Gianfranco Ferré y John Galliano. TEXTO: EUGENIA DE LA TORRIENTEMUSEO PUSHKINA Christian Dior le hubiera gustado ir a la escuela de arte, pero se inhibió para no importunar a su adorada madre. Aún así, probó suerte como galerista entre 1925 y 1936. Organizó tempranas exposiciones de Giacometti o Calder, hasta que la crisis del 29 arruinó a su familia y le obligó a ganarse la vida como ilustrador para varias casas de moda. Finalmente, en 1947 abrió su propia firma. La exposición homenajea no solo a los diseñadores sino también a los artesanos. Una sala muestra las toiles originales de creaciones de alta costura icónicas. En el centro, un vestido de John Galliano de 2005 que simula un traje a medio hacer. TEXTO: E. DE LA TORRIENTEMUSEO PUSHKINLa exposición se abre con el traje más famoso de la primera colección de Christian Dior. La que en 1947 se bautizó como The New Look. Un alegato por la recuperación de la feminidad y el optimismo que sacudió la posguerra. Frente a él, la revisión que en 1997 hizo John Galliano en su colección de debut para la firma. El diseñador británico fue despedido en marzo de este año y no se ha anunciado todavía quien le sustituirá. "Vamos a tomarnos el tiempo que sea necesario para decidir", afirma el presidente de la compañía, Sidney Toledano. TEXTO: E. DE LA TORRIENTEMUSEO PUSHKINUna de las salas de la exposición está dedicada a la inspiración global en los diseños de Dior y dividida en cuatro bloques: Rusia, Oriente, Asia y España. El espacio dedicado a la cultura española está ocupado por tres vestidos creados por John Galliano (un traje de torero, otro flamenco y una pieza-homenaje a Goya que formó parte de la colección del 60 aniversario de la marca) y dos firmadas por el propio Dior. Les acompañan el cuadro de Goya Retrato de la marquesa de Santa Cruz y otro de Sargent, La Carmencita (1900). TEXTO: E. DE LA TORRIENTEMUSEO PUSHKINUna importante sección de la muestra establece un juego de espejos entre la evolución de la línea de los trajes y la de la representación del cuerpo femenino. Un duelo de carne y tela frente a la gravedad. A un lado el desnudo visto a través de cuadros, fotografías y esculturas de Picasso, Modigliani o Man Ray. Frente a ellos, los trajes con mayor carga arquitectónica en orden cronológico. Desde la línea Corolle de 1947 hasta un diseño de alta costura de Galliano en 2010 que exagera las caderas, con parada en las siluetas en A o H que marcaron la historia de la moda. "El mundo está lleno de bellas mujeres con figuras de una diversidad ilimitada. Una colección debe satisfacerlas a todas ellas de forma individual", afirmaba Dior. TEXTO: E. DE LA TORRIENTEMUSEO PUSHKINUn sarcófago de los fondos del museo Pushkin acompaña a cuatro piezas de la colección de alta costura de primavera/verano 2004, unos vestidos que tienen más de 300 horas de trabajo en los bordados. Inspirada en los años cincuenta y en la cultura de los faraones, esa imponente colección de Galliano tutea ahora a las auténticas antigüedades egipcias. TEXTO: E. DE LA TORRIENTEMUSEO PUSHKIN