Madrid no dejó de ser un poblachón manchego hasta bien entrados los años 20. Gutiérrez Solana fue quien mejor describió las escenas costumbristas y también surrealistas, como esta en la que un rebaño de cabras cruza el Paseo del Obelisco (General Martínez Campos) entre los suntuosos palacios y mansiones del barrio de Almagro. Visiones que se agudizarían después de la guerra con imágenes para los guionistas del neorrealismo.COLECCIÓN MUSEO HISTORIA DE MADRIDFue fundado por el padre Francisco de Asís Méndez Casariego en la calle García de Paredes, esquina con Santísima Trinidad. Ocupó toda la manana hasta Santa Engracia y allí se recogían los niños abandonados para darles educación y formarles en los talleres de ebanistería, imprenta, encuadernación, carpintería o broncería. En la imagen siete alumnos del taller de imprenta.ARCHIVO COLECCIÓN ESPASAMás allá de la solitaria estación de metro de Ríos Rosas, en el cruce entre esta calle y Santa Engracia, se advierten las tapias de los Almacenes de la Villa y la chimenea de una vieja fábrica. Los adoquines, las vías del tranvía y los solares nos llevan a los años veinte, cuando comenzaban a levantarse edificios de cuatro y cinco alturas que escandalizabn a los transeúntes. En la explanada tras la arboleda se construyó entre 1923 y 1925 aquella gran empresa editorial llamada Espasa Calpe.COLECCIÓN ARCHIVO ESPASAYa era primavera cuando una mañana se presentó el fotógrafo con sus armatostes en el patio del colegio y se interrumpieron las clases. De aquel instante apenas recuerda casi nada Rodolfo González Dompedro, el tercero por la derecha en la última fila, pero cuando contempla la fotografía se le nublan los ojos con aguas de melancolía. El Liceo Italiano abrió el 27 de junio de 1940 junto al consulado de Italia, antiguo palacio del Conde de Santa Coloma, construido en 1913 por Joaquín Saldaña en la esquina de Agustín de Betancourt con Cristóbal Bordiú. En 1949 se realizó la reforma por la que se reconocían los estudios de liceo italiano y bachillerato español.COLECCIÓN INÉS GONZÁLEZ RODRÍGUEZEl edificio neomudéjar de la Sociedad de Pompas Fúnebres se construyó en 1898 y fue ampliado entre 1905 y 1907 por Julio Martínez Zapata. Está situado en la calle Fernández de los Ríos esquina con Galileo, y se levantó en estos terrenos porque en la zona se encontraban los cementerios de la capital. En 1985 fue completamente reformado para transformarlo en centro cultural.ARCHIVO REGIONAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID
