5 fotosCuando el automóvil era una obra de arteCuando el automóvil era una obra de arte 26 feb 2011 - 20:03CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinBlueskyCopiar enlaceAlgunos modelos pertenecen a nuestro imaginario porque forman parte de nuestros recuerdos cinematográficos, o los asociamos con el glamour de las estrellas de la era dorada de Hollywood. No es difícil comparar la sensualidad de Marilyn Monroe con las curvas de un Mustang rojo descapotable.ALBERTO FERRERASAlgunos, como Guillermo Ortega, se han pasado los mejores años de su vida dedicados a la reconstrucción de coches históricos. "Si dependes de un mecánico te puede salir por un pastón, pero si te dedicas tú a hacerlo pieza a pieza, no te sale tan caro, porque las piezas ya no se fabrican y todas tienes que comprarlas de segunda mano", explica antes sus coches en la exposición.ALBERTO FERRERASClassicauto da la oportunidad al visitante de ver por dentro los coches históricos. De algunos, de hecho, solo se ve el esqueleto, como en el que se aprecia en la foto. No es solo un salón de muestras, sino que en cada uno de los puestos se pueden aprender nociones básicas de mecánica y valorar la complejidad de reconstruir un modelo histórico siendo fiel a su contrucción original.ALBERTO FERRERASNo son solo coches de muestra o para poder fardar ante los amigos en casa. Muchos de los dueños de estos vehículos históricos los usan para desplazarse. Lo que aseguran es que hay que ser muy consciente de que no es un coche como los de ahora y que hay que realizar algunos reajustes. Algunos propietarios han tenido que incluir en los modelos antiguos cinturones de seguridad que no tenían, y no pueden forzar el coche, porque saben que no son coches para correr.ALBERTO FERRERASEn Classicauto hay más que coches y motos. Hay algunos ejemplares realmente interesantes, como una camioneta de Jaén que transportaba nueve pasajeros para realizar excursiones y con cortinas y alfombras, una camioneta de reparto de una panaderia antigua o un coche de bomberos clásico con una campana de latón en lo alto y extintores cobrizos de los años 40.ALBERTO FERRERAS