Francisco de Goya no sabía grabar con buril, ni tampoco quería emplear 10 años de su vida en dominar la técnica. Por eso, prefirió para los 'Caprichos' usar el aguafuerte y el aguatinta. Esta serie de grabados que reflejan el nacimiento del pensamiento liberal burgués, fueron hallados en La Quinta del Sordo con este autorretrato en la cubierta. En su título, "Francisco de Goya, pintor".ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDOLeandro Fernández de Moratín conoció a Goya cuando era pintor de la corte. Entonces, el pintor le realizó un retrato al subir Carlos IV al trono, en el que prescindía de todo adorno para pintar al dramaturgo y escritor. Fernández de Moratín vivió junto a Goya sus últimos años en Burdeos, donde fue testigo de los últimos momentos del pintor. En la exposición puede observarse también una miniatura en marfil del literato.ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDOAgustín de Argüelles fue un excelente parlamentario en las Cortes constitucionales de Cádiz. Defensor de las doctrinas liberales que incluían la abolición de la esclavitud, Isabel II quiso recordar a 'El Divino' (como lo llamaban los gaditanos) con una escultura. La pieza estuvo durante mucho tiempo en la calle Princesa hasta que fue colocado en la esquina de Ferraz con Rosales. Este es el boceto que presentó el autor de la obra, José Alcoverro.ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDODaniel Vázquez Díaz, el autor de este moderno retrato, conoció a su colega de profesión Ricardo Baroja antes que a su hermano literato Pío. De hecho, el cuadro es un homenaje a él y a su ausencia en la Academia de Bellas Artes. A Vázquez Díaz siempre le dolió que no llegara a ingresar en San Fernando, por eso cuando le nombraron miembro a él, donó el cuadro a la institución y consiguió que Baroja entrara en la academia aunque fuera sobre un lienzo. Ambos solían pasear por el Prado entre cuadros de Goya, y por eso el retrato de Fernando VII de este pintor aparece en la rodilla de Ricardo Baroja en el cuadro.ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDOAlberto Schommer es experto en retratos psicológicos. El puño es escorzo que perfila el rostro de Chillida refleja, en un guiño al Peine de los Vientos de San Sebastián, la magnificencia de su escultura y el simbolismo que rodea toda su obra. Ha retratado también a obispos levitando y a políticos ataviados como el Cid Campeador.ALBERTO SCHOMMER
