8 fotosLas mejores fotos de Raúl Cancio, por Raúl CancioLas mejores fotos de Raúl Cancio, por Raúl Cancio 03 feb 2011 - 19:27CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceEsta foto está hecha en la temporada 66-67 en San Mamés. Esta foto no se publicó en el diario Pueblo porque Iríbar no tenía foco. Pero al cabo de los años, la vi y me di cuenta de que daba igual que no lo tuviera, porque me daba el eje de las 2.200 cabezas que había detrás. Que no solo se pueden contar, sino ver cuántas mujeres, cuántos hombres, cuántos con txapela...Es la época, después de la de Guardiola, más bella en el fútbol del Barcelona. El Camp Nou y estos dos personajes, Johan Cruyff y Johan Neeskens. La gracia está en el eje de la foto: cada uno mirando a un lado señalando y la pelota en medio. Parecen dos "colones" distraídos. Creo que la tienen en La Masía puesta en la pared.En los toros es el único sitio donde no te puedes quitar la cámara de fotos del ojo, porque el toro no avisa. Y tampoco avisó esta señora, que parece ser que era navarra, y que se tiró en San Isidro con un toro en la plaza, se encaró con un banderillero y le puso el estoque en el pecho. Hasta que la sacaron en brazos.Fueron unas inundaciones de una virulencia terrible. Esta foto está hecha en Llodio y me impresionó mucho, porque el coche está aplastado contra un puente completamente doblado por la mitad. Esperé cinco minutos a que pasara alguien para que la foto tuviera vida, y las dos personas que salen ni siquiera miran al coche, como si fuera lo más normal, como si eso pasara todos los días.Me parece un escritor fabuloso. Es un personaje muy peculiar y la foto tiene la grandeza que tenía él, porque él era un hombre con un gran ego. Son cuatro umbrales en la misma foto: el cuadro, el cuadro en el espejo, Umbral y su reflejo en el espejo. No tiene más grandeza que saber ver la foto y, por supuesto, ser Umbral.Estuvimos en su casa, en la última etapa de su vida. Era una mujer con mucho carácter, me "insultaba" porque no le gustaba que le hiciera fotos. Cuando empezó a fumar, lo que no quería era que se le cayera del pitillo la ceniza. Justo después de dar al disparador de la cámara, se cayó la ceniza. Es una foto para la posteridad, me impresionó mucho María y es una foto que quiero.El entierro de Tierno fue un momento importante en la vida de Madrid. La ciudad se echó a la calle detrás del féretro y detrás de los caballos negros y del carruaje. La foto está hecha desde lo que es ahora el Ayuntamiento, y creo que es la foto más grande que se ha dado nunca en una portada de El País. Era un entierro de otro siglo, pero con Madrid en la calle.Fue un incendio terrible. Sobre todo porque nadie se esperaba que debajo de la escalera metálica hubiera ocho bomberos muertos. Hicimos guardias durante días esperando a que sacaran los cadáveres. Esta foto esta hecha desde otra casa que no se había quemado y nos dejaron fotografiar el espectáculo, un espectáculo dantesco.