La vida doméstica de Mario Vargas Llosa
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1La primera salida nocturna tras el Nobel. Ha salido a ver Rigoletto al Licoln Center pero no se acuerda de que había quedado con 14 amigos, así que sólo ve la mitad. Aquí está esperando que le den mesa en el restaurante Fiorello. Pidió una lasaña. Foto: LORENA ROS / Texto: JUAN CRUZ -
2En primer plano, su hijo Álvaro. Brindan con vino italiano. Todavía no ha venido la lasaña al plato. Mario Vargas Llosa está viviendo las mejores horas de sus 74 años. Foto: LORENA ROSO / Texto: JUAN CRUZ -
3El Nobel paga la cuenta. En la foto se está riendo pero no se sabe si le hizo mucha gracia pagar la cuenta a 14 comensales. Pero sí, estaba muy feliz. Le preguntamos qué era lo más importante de todo este ajetreo, y dijo: "La hermosa experiencia de sentirse querido". Foto: LORENA ROS / Texto: JUAN CRUZ -
4Mario Vargas Llosa ha salido esta mañana, como cada día a correr por Central Park y ha sido saludado por turistas españoles y extranjeros que le han reconocido. Aquí le saluda una canadiense que disfruta como él del hermoso día que ha hecho este sábado en Nueva York. Foto: LORENA ROS / Texto: JUAN CRUZ -
5Le ha llamado su amigo Óscar de la Renta. Su mujer, Patricia, bromea: "¡Pídele un traje!". Llamadas así han sido incesantes desde que la Academia Sueca cambió el nombre de Mario por el nombre de Nobel. LORENA ROS / JUAN CRUZ -
6Patricia y Mario. Ahí están mirando las fotografías que EL PAÍS publica sobre su presencia en las actividades que han sucedido al fallo del Nobel. Y luego verán un vídeo colgado en el Clarín y en EL PAÍS.com, en el que sus editores celebran en Francfort el triunfo del autor. Foto: LORENA ROS / Texto: JUAN CRUZ