Una gran roca con forma de toro pudo inspirar a los piratas el nombre de esta joya del Caribe. Un archipiélago que parece concebido para relajarse. Paraíso del surf y del turismo sostenible.ÁLVARO LEIVAÁLVARO LEIVAUn rincón de un hotel de Bastimentos.ÁLVARO LEIVAUn puesto de hamburguesas caribeñas.ÁLVARO LEIVALos turistas aterrizan ya maravillados por el paisaje desde el aire.ÁLVARO LEIVADos bañista disfrutan de las aguas cálidas.ÁLVARO LEIVAUn loro, en la isla Colón.ÁLVARO LEIVAUn grupo de personas espera la llegada del autobús en ciudad Almirante.ÁLVARO LEIVAUn hombre recoge hojas del suelo. Bocas es mestizaje. Los isleños hablan el dialecto guari-guari, mezcla de inglés, español y términos indígenas.ÁLVARO LEIVAUn hombre, con su hijo, en la isla de Carenero.ÁLVARO LEIVAFrente a esta isla, cerca de un canal o boca, hay una gran roca que recuerda a un toro acostado. Se cree que el nombre de Bocas del Toro salió de ahí, y se lo dieron los piratas.ÁLVARO LEIVA
