La Virgen María es una prostituta que ejerce su profesión en la carretera de Jaén. Una niña vestida de entre princesa y hada madrina le comunica que va a ser la madre de Cristo.FERNANDO BAYONAJesucristo viene al mundo asistido por un médico y una enfermera. En lugar de portal de Belén, una habitación mugrienta que recuerda al Viejo Oeste. Del buey y la mula, ni rastro.FERNANDO BAYONASegún la costumbre, cuenta el Nuevo Testamento que María y José llevaron a Jesús al templo y ofrecieron como sacrificio dos tórtolas (alusión en la pajarera vacía). En lugar de templo, prostíbulo y, en lugar de feligreses, mujerzuelas vestidas para protagonizar La vida de O.FERNANDO BAYONAMaría Magdalena, la adúltera a la que Jesús salva de la lapidación y que se convierte en su discípula según la Biblia, es para el autor la mujer con la que este Cristo moderno perdería la virginidad antes de descubrir su verdadera orientación sexual.FERNANDO BAYONAJesús llega a orillas del río Jordán procedente de Galilea, donde su primo Juan que le bautiza. El autor cambia el paisaje por una casa en llamas.FERNANDO BAYONAA lo Jesucristo Superstar, este profeta del siglo XXI no da sermones sino conciertos.FERNANDO BAYONAEn un edificio en ruinas, con cerveza en lugar de vino y la incorporación de discípulas.FERNANDO BAYONAEl beso de la traición en el monte de los olivos, transformado en un túnel de metro.FERNANDO BAYONACrucifixión sin cruz tras un accidente de tráfico en un polígono.María sostiene a su hijo muerto con las heridas de crucificado.FERNANDO BAYONASegún las escrituras, José de Arimatea deja el cadáver de Jesús en un sepulcro excavado en la roca. En el siglo XXI, su cuerpo yace en la UCI, tras practicarle maniobras de reanimación.Al tercer día, resucitó. Según San Mateo, las primeras en verlo fueron las tres Marías.FERNANDO BAYONAEn uno de los pasajes más conocidos de la resurrección, el apóstol Tomás se niega a admitirla: "Si no veo en sus manos la señal de los clavos y meto mi dedo en el lugar de los clavos, y meto mi mano en su costado, no creeré." Ocho días después, Tomás toca con sus propias manos las heridas de Jesús.FERNANDO BAYONA
