La exuberancia de Gaultier le hace a veces perderse en los fuegos artificiales de su oficio. Pero su genio como costurero brilla en prendas como este impecable traje en crepe color marfil, trenzado de los hombros a las caderas. Bautizado, con su característica ironía, como La cucaracha.TEXTO: EUGENIA DE LA TORRIENTE / FOTO: L'ESTROPEs un clásico de la alta costura parisiense y nunca falta en las colecciones de Gaultier. Su fértil imaginación lo hace ahora asimétrico, con una manga y un pantalón en costados opuestos. Los flecos son cortesía de la inspiración mexicana.TEXTO: EUGENIA DE LA TORRIENTE / FOTO: L'ESTROPGaultier sueña con guerreras aztecas y traduce sus armaduras a joyas que cubren hombros, piernas y caras. Vestidos-corsé o cotas de malla se ocupan del resto de sus cuerpos.TEXTO: EUGENIA DE LA TORRIENTE / FOTO: L'ESTROPEl mejor momento de la colección llega cuando el viaje se traslada a la naturaleza. Destacan una serie de sensuales vestidos trenzados como cestas que luego recorren las piernas desnudas cual lianas.TEXTO: EUGENIA DE LA TORRIENTE / FOTO: L'ESTROPEl paseo por la jungla se llena de palmas que se estampan, se bordan en las faldas o, incluso, en las que se transforma el tafetán tornasolado gracias a elaborados plisados.TEXTO: EUGENIA DE LA TORRIENTE / FOTO: L'ESTROPFrente a la proyección de un eclipse solar, Arielle Dombasle interpreta Cucurrucucu paloma cubierta por bordados de coral que surcan su cuerpo y una gigatesca falda de tul. Una concesión al espectáculo que ha brillado por su ausencia en el resto de esta semana de la alta costura.TEXTO: EUGENIA DE LA TORRIENTE / FOTO: REUTERS
