El clásico dos piezas en tweed de Chanel rejuvenece gracias a los bermudas y se combina con peinados "corazón", surcados por lazos y mechones blancos. Están inspirados en el siglo XVIII, pero logran un efecto ineludiblemente manga.TEXTO: EUGENIA DE LA TORRIENTE / FOTO: REUTERSLas costuras se esconden con una técnica que deja en las prendas un rastro parecido a una cicatriz. Se necesitan tres horas para coser a mano un metro de tela. Algunos de estos trajes de aparente simplicidad geométrica requieren 35 horas en el atelier.TEXTO: EUGENIA DE LA TORRIENTE / FOTO: REUTERS / APLa intensidad cromática va creciendo. Los malvas empolvados dan paso al rosa, al verde menta y, finalmente, rematan en este intenso amarillo. Siempre puntuados, eso sí, por remaches, zapatos y mitones cromados.TEXTO: EUGENIA DE LA TORRIENTE / FOTO: REUTERSTras el clímax del color, la colección recupera un ritmo más etéreo y suave, con vestidos de volúmenes suspendidos en tonos aguados, como este rosa degradado. Las medias buscan un efecto aceitoso y, una vez más, metalizado.TEXTO: EUGENIA DE LA TORRIENTE / FOTO: REUTERSLa tensión entre la dulzura de los esponjosos drapeados y la frialdad metálica define esta colección. No es futurista ni tampoco nostálgica. "La moda debe vivir el presente", afirma Lagerfeld acerca de su enésima reinvención.TEXTO: EUGENIA DE LA TORRIENTE / FOTO: REUTERSAdemás de colocar sus icónicos mitones a las modelos, Lagerfeld se permite otro guiño a su caricaturesco personaje. El único detalle negro de toda la colección es esta gigantesca corbata (que se convierte en una cola por la espalda) sobre un vestido camisero de noche realizado en satén.TEXTO: EUGENIA DE LA TORRIENTE / FOTO: EFEEl taller de Lemarié es uno de los que Chanel compró para asegurar la supervivencia de su oficio. Allí se ha confeccionado esta capa. Ha exigido 700 horas de trabajo para coser una sobre otra las redondeadas piezas de seda y chiffon rosa.TEXTO: EUGENIA DE LA TORRIENTE / FOTO: CHANELHace dos meses, Lagerfeld visitó por primera vez la ciudad china. Su influencia no sólo se nota no sólo en la obvia referencia a las luces de neón que adornan sus modernísimos rascacielos. También en recursos más tradicionales como este vestido quimono.TEXTO: EUGENIA DE LA TORRIENTE / FOTO: CHANELBaptiste Giabiconi, el modelo favorito de Lagerfeld, recoge a la novia vestido como un hombre de hojalata. El conjunto de ella ha significado 1.200 horas de trabajo. Sólo la capa se ha llevado 800, ya que está fabricada con 200 metros de tul y seda.TEXTO: EUGENIA DE LA TORRIENTE / FOTO: REUTERS
