8 fotosBuñuel vestido de haraposBuñuel vestido de harapos 23 may 2008 - 00:00CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlace"Ayer se estrenó en México la película Los olvidados. Ya se consumó la ignominia. Buñuel [sic] se salió con la suya, con su injusta actitud para con México, para con el cine mexicano, para con la sociedad y para con los pobres olvidados". Así arrancaba en Ovaciones una crítica titulada Sadismo cinematográfico.Luis Buñuel, durante seis meses y hasta días antes del inicio del rodaje visitó disfrazado con harapos los arrabales de Ciudad de México y fotografió mercados, avenidas y gente que le sirvieran a él y al coguionista Luis Alcoriza como inspiración.En el siguiente Festival de Cannes, Los olvidados obtuvo la Palma al mejor director y el Premio de la Crítica Internacional. Se llevó 11 arieles -los goyas mexicanos- de 18 posibles. En la imagen cartel de 1952, e impreso por Lithocarty, es quizá unos de los mejores de los realizados para la película.Ojitos (Mario Ramírez) asiste a una actuación del ciego Don Carmelo (Miguel Icián), en presencia de Meche (Alma Delia Fuentes), en un fotograma de Los olvidados.Caricatura de Buñuel publicada en El Grafico en 1947 con motivo del estreno de Gran Casino. "Cuando alguien conoce al director vanguardista catalán [sic] Buñuel, recién admitido al cine nacional, vio este apunte de Salas, exclamó: ¡Pero si solo le falta hablar!."El productor de Los olvidados, Óscar Dancigers, le pidió rodar un final alternativo, optimista, completamente opuesto a la filosofía del filme. "Y Buñuel lo hizo. Sin quejas. Pero nunca se supo más de él hasta que en 1996 ese metraje apareció en la Universidad Nacional Autónoma de México. En la imagen un cartel con una alegoría de la película.El productor de Los olvidados, Óscar Dancigers, le pidió rodar un final alternativo, optimista, completamente opuesto a la filosofía del filme. "Y Buñuel lo hizo. Sin quejas. Pero nunca se supo más de él hasta que en 1996 ese metraje apareció en la Universidad Nacional Autónoma de México. En la imagen un cartel con una alegoría de la película.Medio siglo más tarde, en 2002, la Unesco incluyó el negativo original del filme en su Programa Internacional Memoria del Mundo, por su visión sobre los problemas de la infancia, del hacinamiento de los campesinos en los suburbios más pobres de las grandes metrópolis, barrios denominados en los tiempos de Buñuel ciudades perdidas,