Mac quería que cada imagen suya fuera distinta, que tuviera su identidad. Tocó todos los géneros y estilos. "El cartel era el todo", recuerda, "según fuese la gente entraba al cine o no".El cartel de El Verdugo es uno de lo que está más orgulloso. "Una sombra oscura te lo dice todo, te da sensación de humor negro", asegura. Una forma de resumir el argumento con pocos elementos.Durante ocho años Mac trabajó para el estudio MCP pero se independizó para imprimir su propio sello y así firmar sus carteles. Pintaba con témperas, de fácil secado. En la imagen, cartel de Primera plana.Al finales de los años 80 el cine sufrió un bajó en la reproducción de carteles. Resultaba más barata promocionar con una fotografía o un vídeo. Se perdió el elemento artesanal. En la foto, reclamo de Salomón y la Reina de Saba, con Gina Lollobrigida y Yul Brynner.
