Modelo de Francis Montesinos.REUTERSDiseño de traje de novia de Francis Montesinos.REUTERSEl Self Service, colección con la que Amaya Arzuaga ha regresado después de ocho años a Pasarela Cibeles y con la que celebra su décimo aniversario en el mundo de la moda, ha convencido a los numerosos seguidores de la diseñadora burgalesa que esperaban su retorno a la cita madrileña.APUn mismo volumen, que aparece tanto en las caderas de las faldas, como en los hombros de las chaquetas o en las perneras de los pantalones, es el hilo conductor de una colección que Amaya Arzuaga se ha planteado como una "destructuración" y superposición de prendas y en la que han destacado las faldas tipo globo, los frunces
que se ajustan a la figura o que se disparan completamente de ella.APAndrés Sarda ha mostrado de nuevo su buen gusto y maestría en una corsetería que llegó al máximo de la sofisticación, aunque con un toque un poquito burdel decadente, y cuya presentación ha girado en torno a una lujosa tela de araña.APLas lujosas medias, adornadas con volantes o pedrerías, se sitúan en los muslos, y los sujetadores, tops, bóxer, tangas o coulotes se convierten en auténticas joyas de raso, tul, encaje o bambula en ocasiones bordadas o iluminadas con cristales de Swarovski. Todo de la mano de Andrés Sarda.APTampoco ha decepcionado la siempre delicada Julie Sohn con unas prendas elegantes, pulcras, dulces y románticas con las que apetece vestirse. Con bajos asimétricos, abullonados y de aires cosacos las faldas son largas y envolventes, los pantalones amplios y los jerseis de fino cashmere, calados y con efectos de encaje.REUTERSAbrigo en jacquard de lana en tonos grises y pistacho a juego con camiseta de cuello alto.Al fondo, vestidos negros en diferentes largos, todos ellos diseños de la colección de la coreana afincada en España, Julie Sohn, para la temporada Otoño-Invierno 2005-06.EFE