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Mikel Ayestaran: “También se puede hacer periodismo de guerra en Instagram y que sirva para romper el bloqueo en Gaza”

El reportero vasco ha sido galardonado con el Premio Ortega y Gasset 2025 a la mejor cobertura multimedia por la narración que hizo de la guerra de Gaza a través de las fotos de platos de comida de una familia, que subió a su perfil de Instagram durante casi un año

Mejor cobertura multimedia de Mikel Ayestaran.
Clara Rebollo

Desde Estambul y con el sonido del tráfico de fondo, el reportero de guerra Mikel Ayestaran reacciona a su Premio Ortega y Gasset 2025 a la mejor cobertura multimedia: “Yo desde luego no me he presentado, ha sido una sorpresa redonda”. Durante casi un año, desde febrero de 2024 hasta enero de 2025, cada día subió a su perfil de Instagram una foto del plato de comida que una familia palestina le enviaba junto a una nota de voz en la que le ponían al día sobre la situación en la franja de Gaza. Esa familia era la del intérprete con el que el reportero trabajó durante años en la zona, y amigo suyo desde 2005: Kayed Hammad. La mujer de Kayed, Amal, preparaba los platos, y una de sus hijos, Dalia, sacaba la foto. Por eso, Ayestaran asegura haber llorado cuando ha recibido la noticia de su galardón: “Este conflicto es otro nivel. Nos ha tocado a todos, sobre todo si tienes amigos dentro. Por eso me he emocionado tanto”. La primera llamada que va a hacer será a ellos: “A ver si tienen internet y podemos hablar”.

El proyecto que le ha valido el Ortega y Gasset se titula Menú de Gaza y, a través de esas imágenes diarias con breves explicaciones sobre la vida en la franja durante el bloqueo israelí, Ayestaran pretendió mostrar cómo se está utilizando el hambre como arma de guerra en pleno siglo XXI: “Llevamos décadas y décadas informando sobre el conflicto, pero las cosas no solamente no cambian, sino que van a peor, así que no soy muy optimista; pero confío en que una cosa tan simple como esta, que son los platos del día a día de una familia, sirvan para hacernos reflexionar y no tragarnos las mentiras y la propaganda”.

Las imágenes de platos de comida le han servido para hablar no solo del problema del hambre, sino de muchas otras consecuencias de la guerra. Y para burlar la censura. Según el reportero, hay tres asuntos que Israel trata de bloquear con más fuerza y que por ellos no deja entrar a la franja a los periodistas: el número de muertos y de desaparecidos, lo que está pasando con los niños y el hambre. Mostrar el hambre le ha permitido hablar de eso y de muchos más. El día a día sin una fuente de calor. Los jóvenes que organizan actividades para entretener a los más pequeños. Los palestinos que se preguntan si llegarán a sobrevivir o no. La nostalgia por los pequeños detalles previos a la guerra.

Mikel Ayestaran en Ucrania. (José Colón)

El reportero ha cubierto todos los conflictos en Oriente desde 2005: desde la guerra de Irak hasta las primaveras árabes, pasando por la de Siria, la de Afganistán... Y lo ha hecho en distintos medios como periodista freelance, principalmente en Eitb y El Correo. Sin embargo, Menú de Gaza es una cobertura periodística poco convencional, llevada a cabo en una red social, Instagram. “En las redes se pueden hacer trabajos serios y rigurosos. También se puede hacer periodismo de guerra en Instagram y es un soporte supervalioso; solo tenemos que saber usarlo”, asegura. Y, según detalla, que el canal haya sido Instagram ha sido clave, además, para que la familia Hammad pudiera romper el bloqueo israelí y que recibieran los mensajes de miles de personas, tanto apoyándoles como preguntándoles hasta por la receta para hacer hummus. “Para ellos esta siendo un apoyo psicológico muy importante. Esto ha servido para abrir una ventana al mundo y que vean que la gente se preocupa por ellos. Abrir ese puente con esta familia, con su mesa, ha sido una experiencia emocionante”, declara. Menú en Gaza también ha pasado a formar parte de un capítulo de Historias de Gaza, el libro de Ayestaran sobre la guerra que será publicado el próximo 9 de abril.

La idea del reportero era acabar la serie de imágenes cuando hubiera un alto el fuego, y este llegó en enero de 2025. Sin embargo, con el inicio del Ramadán y el cierre israelí a toda la ayuda exterior, inició una nueva serie que es Menú de Ramadán y que sigue narrando las dificultades diarias a las que se enfrenta la familia, como el desabastecimiento de los mercados, la ausencia de electricidad, la mala calidad del agua y la suciedad que provocan problemas intestinales y los precios que no dejan de subir.



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Sobre la firma

Clara Rebollo
Trabaja en el equipo de Comunicación del Grupo PRISA. Antes, colaboró en la sección de Tecnología de EL PAÍS y pasó por el equipo de Contenidos y Redes Sociales del Senado de España. Se graduó en Periodismo con premio extraordinario en la Universidad Complutense de Madrid y realizó el Máster de EL PAÍS.
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