Adolfo Arranz, ilustrador e infografista: “Lo importante es dar al lector la cantidad de información justa”

Adolfo Arranz (Valladolid, 55 años) se mudó a Hong Kong en 2011 para trabajar como infografista en el South China Morning Post. Sus gráficos, construidos frecuentemente con ilustraciones realizadas a lápiz, han creado un estilo propio que aúna el periodismo y el arte. Desde 2022, trabaja para la agencia Reuters, y la Society of Newspaper Design (SND), la organización de referencia en el campo del diseño editorial, le acaba de elegir Mejor Diseñador Periodístico del mundo. La charla tuvo lugar mediante videollamada.

Pregunta. Los jueces de la SND destacaron que “cada una de sus ilustraciones es una fuente fiable de información”. ¿En un lápiz hay periodismo?

Respuesta. Yo creo que sí, igual que lo hay en una fotografía. Con una ilustración intentas explicar lo que no es posible explicar con una foto, y lo haces con un aire que conecta con el lector, más amable.

P. ¿Cómo se combinan el dibujo manual y la exactitud en un gráfico?

R. Siempre arrancas de una investigación periodística: lo importante es recabar los datos y contrastarlos mil veces. A partir de ahí te pones con la ilustración. En realidad el dibujo no tiene que ser siempre totalmente preciso.

P. ¿Puede ser evocador?

R. Exacto. Es posible que no sepas si el protagonista de una noticia llevaba pantalones vaqueros o de otro tipo, pero dibujar eso no es lo importante: lo importantes es describir cómo sucedió el hecho. Por eso a veces las infografías tienen dibujos más ligeros, sin detalles, a base de brochazos. Digamos que son precisas entre comillas.

P. ¿Su trabajo es unir estética y matemáticas?

R. [Risas] Bueno, yo en matemáticas era siempre de Muy Deficiente... Pero sí me obsesiona la estética a la hora de hacer un gráfico: quiero hacer algo sutil, armónico, con uno o dos colores bien elegidos. Lo importante es dar al lector la cantidad de información justa. Hay que ir al grano, porque si no acabas haciendo una enciclopedia y no un gráfico.

P. Una lucha constante contra el ruido.

R. Sí, es una buena manera de decirlo. Me gustan las breaking news porque son un desafío, y es complicado valorar lo que es importante y lo que es ruido.

P. ¿Se explica mejor con imágenes?

R. Pues a lo mejor sí. A veces me atropello con el pensamiento cuando hablo. Mi mujer me dice: “¿Cómo puedes dedicarte a explicar cosas en forma de gráficos si no te explicas bien en la vida?”.

P. ¿Es mejor un texto de 2.000 palabras o un gráfico a doble página?

R. Una imagen vale más que mil palabras, pero a lo mejor esas mil palabras te abren un mundo. Por otro lado, una doble página llena de gráficos te puede dar una idea más completa, tridimensional y agradable de un asunto.

P. ¿El diseño ayuda a diferenciar lo que es verdad de lo que es mentira?

R. El buen periodismo está relacionado con el buen diseño.

P. ¿Cómo influye en su trabajo vivir en Hong Kong, en una cultura tan lejana?

R. Intentas asimilar las diferencias, como que en China dibujar en blanco y negro está relacionado con la mala suerte. Yo vivía en un pueblo en la montaña palentina: caminabas diez minutos y te encontrabas un jabalí o un lobo. Aquí casi tuve que aprender a cruzar en los semáforos porque ya no tenía costumbre, fue un choque brutal. Pero cuando llevas un par de meses, la ciudad te envuelve. Hay un caos absoluto… pero es un caos organizado, con una armonía. En Asia todo es muy estético. Los templos, los edificios, los rascacielos, los callejones, la basura. Cualquier cosa es inspiradora.

P. Y usted hace mucho dibujo urbano.

R. Dibujo mucho en la calle, es un entrenamiento. Cuando dibujas ves cosas que no ves de otra manera: los espacios negativos, los detalles; haces cálculos del espacio entre las ventanas... Es una contínua valoración de formas, de distancias, de colores.… Ahí a lo mejor sí que hay matemáticas.