España se queda sin dormir con mínimas de más de 25° en puntos de todo el país

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) vaticinó que la noche del martes al miércoles iba a ser la más dura de esta cuarta ola de calor del verano. Hasta el momento, así ha sido. Durante esta madrugada, varios puntos de la Península y de los archipiélagos no han bajado de los 25°, en las llamadas noches tórridas. La estación de Retiro, en Madrid, no ha descendido de los 26,8° en su marcador, y localidades como Aliseda, en la provincia de Cáceres, ni siquiera han bajado de los 30°: una noche infernal. En general, todo el territorio ha tenido una noche tropical y no ha bajado de los 20°. Solo lo han hecho algunos puntos del noroeste peninsular.

Estas temperaturas altas se han notado especialmente en los litorales españoles. La Costa del Sol (Andalucía), San Javier (Región de Murcia) y la costa barcelonesa han sido las que han tenido una noche más cálida y no han bajado de los 25°. De hecho, el observatorio Fabra de Barcelona ha registrado su temperatura mínima más alta de la historia: 29,4°. En el interior, algunos puntos de Andalucía, la mayor parte de la provincia de Cáceres y Badajoz (Extremadura), el norte de Toledo, el sur de Salamanca, y el valle del Ebro tampoco han bajado de 25°. Las islas Canarias y Baleares también han tenido puntos localizados con noches tórridas.

Durante este miércoles se han registrado varios récords históricos de temperatura en el norte de España. Miranda de Ebro, en la provincia de Burgos, no había llegado nunca a los 43,9°. Es la temperatura máxima que se ha vivido este miércoles en el país. Tampoco se había alcanzado nunca los 43,8° en la estación de Tortosa, en Tarragona. Les sigue el aeropuerto de Bilbao, que pulveriza su propio récord también y registra 43,7°. El interior de Bizkaia estaba bajo aviso rojo por riesgo extremo para la salud por altas temperaturas, junto al interior de Guipuzkoa, la cuenca del Nervión y Ampurdán, en Girona. En estas zonas se han superado los 40°. También han sobrepasado este umbral en Cantabria, una región que no suele pasar de los 27° en agosto. Tampoco suele pasar en el País Vasco, que tiene unas temperaturas máximas de media muy parecidas a las de Cantabria y llevan un agosto extremadamente cálido. Además de los récords de esta ola de calor, en la anterior alcanzó temperaturas por encima de los 40°.

Ligero descenso el jueves

El jueves se espera que las temperaturas, tanto máximas como mínimas, comiencen un ligero descenso, pero todavía serán muy altas. La Ribera del Ebro de La Rioja y de Zaragoza estarán en aviso rojo por peligro extremo para la salud por temperaturas que pueden llegar a los 42°. Las mínimas en estas zonas estarán entre los 22° y 23°, por lo que tendrán, como mínimo, una noche tropical. Seguirán superando los 36° o 38° en gran parte del interior peninsular y de Mallorca; y los 40° aún se alcanzarán en los valles del Ebro, Tajo, Guadiana y Guadalquivir, y en algunos puntos del Duero. Quedan ya pocos avisos naranjas concentrados en el noreste peninsular, donde se podrá llegar a los 40°; en el norte de Badajoz, la campiña sevillana y cordobesa, en el valle del Guadalquivir en Jaén, el valle del Tajo y en el área metropolitana de Madrid, cuenca del Henares y sur, Vegas y oeste de la Comunidad de Madrid. El jueves será probablemente el último día de ola de calor, ya que el viernes continuará el descenso, aunque las máximas seguirán muy elevadas. El viernes seguirán alcanzando los 38° y 40° en los valles de los grandes ríos peninsulares y en muchas zonas del interior sur.

La incertidumbre aumenta a partir del viernes, pero parece que el fin de semana puede empezar a llover en el norte peninsular, según ha comunicado ElTiempo.es, que utiliza los datos de Aemet. Una masa de aire atlántica refrescará la zona y traerá precipitaciones y tormentas que se pueden extender hacia el este de la Península. Así, bajarán las temperaturas de forma considerable en todo el territorio, pero especialmente en el norte peninsular. El descenso será más notable en el interior de Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco y en Navarra. Hasta 10° menos de un día para otro en esas regiones.

El sábado comenzará a notarse el descenso térmico en el noroeste, pero será el domingo cuando bajen las temperaturas en la mayor parte del territorio. Las máximas pueden quedar incluso por debajo de los 35° en todo el territorio. En el Cantábrico las máximas estarán entre los 21° y los 23°, en la meseta norte entre los 22° y los 25°, y en la zona centro entre los 24° y los 27°—temperaturas inferiores a lo habitual en agosto en esta zona—, mientras que en el sur y el Mediterráneo rondarán los 30° o 33°. En Canarias serán algo más elevadas y estarán entre los 30° y los 34°. A última hora del domingo y primera del lunes, el frente atlántico con nubes y precipitaciones saldrá por el Mediterráneo.

Además de las lluvias en el Cantábrico, el sábado pueden formarse tormentas en los Pirineos y en los sistemas Ibérico y Central, también en la meseta norte, Aragón y Cataluña. El domingo, el viento proveniente del mar y las temperaturas altas pueden provocar precipitaciones intensas en el litoral mediterráneo y Baleares. Incluso, durante la tarde del domingo, puede formarse una pequeña DANA sobre la Península. Sin embargo, los meteorólogos de Eltiempo.es se mantienen prudentes ya que “la incertidumbre es muy elevada”, han comunicado.

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