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Jean-Pierre Lumaret: “Para remediar el problema de los excrementos de ganado en Australia se importaron escarabajos peloteros de África y Europa”

El entomólogo francés, que participa ahora en la introducción de coleópteros de Marruecos, incide en que el caso australiano muestra que resulta mucho más costoso reconstruir sistemas ecológicos que protegerlos

Clemente Álvarez
El experto en escarabajos peloteros Jean-Pierre Lumaret.
El experto en escarabajos peloteros Jean-Pierre Lumaret.Sebahat K. Ozman-Sullivan

La importación de escarabajos peloteros procedentes de África y Europa, también de España, para intentar solucionar los problemas derivados de la acumulación de los excrementos del ganado en Australia es uno de los ejemplos más paradójicos del papel clave de los insectos. A sus 75 años, el entomólogo francés Jean-Pierre Lumaret, del laboratorio CSIRO (Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation) de Montpellier, sigue participando en las introducciones australianas de coleópteros, ahora procedentes de Marruecos. Como incide este investigador, los escarabajos peloteros proporcionan a los humanos unos servicios esenciales de forma gratuita, sin embargo, “el caso de Australia muestra que si los eliminamos se genera un grave problema que cuesta caro remediar”.

Pregunta. ¿Cómo surgieron los problemas de Australia con los excrementos del ganado?

Respuesta. Los primeros colonos que llegaron a Australia introdujeron vacas, ovejas, caballos. Al principio, eran unos pocos animales, pero en los años 1960 había ya 30 millones de bovinos y 77 millones de ovinos. Esto supone una cantidad enorme de excrementos, pues una vaca de media produce cerca de 12 boñigas al día, lo que supone entre 350 y 400 millones de defecaciones diarias, 33 millones de toneladas al año. El problema es que en Australia esta enorme cantidad de excrementos no se reciclaba, porque los escarabajos peloteros australianos que habían evolucionado con los marsupiales no se interesaban por las boñigas del ganado introducido.

P. ¿Por qué esto es importante?

R. El papel de los escarabajos peloteros es fundamental, pues ayudan a introducir los microorganismos del suelo en los excrementos del ganado para transformarlos y reciclarlos. Si las boñigas no son trabajadas por los escarabajos, van a quedar secas en el suelo hasta varios años. Los excrementos acumulados en el suelo sin reciclarse ocupaban en Australia un millón de hectáreas, esto es una superficie enorme, que supone una reducción de los pastos y unas pérdidas para los ganaderos. Pero, además, hay un segundo problema aún mayor y es que, al no haber competencia de escarabajos en las boñigas, se multiplicaron las moscas hematófagas, que pican al ganado para extraer su sangre.

P. ¿Qué solución se buscó?

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R. Para remediar el problema de los excrementos de ganado en Australia se importaron escarabajos peloteros de África y Europa. Es una idea desarrollada por George Bornemissza, un australiano de origen húngaro que vio que ya se habían introducido especies de origen africano en Hawái y había funcionado. Como Australia es un país muy vasto con climas muy distintos, se introdujeron especies de continentes con climas comparables, de África y Europa. El coste del programa lo pagaron esencialmente los ganaderos, que tuvieron que aportar varias decenas de millones de dólares.

P. ¿Qué resultados se consiguieron con la importación de estos insectos?

R. El primer programa duró entre 1968 y 1982, y se enviaron 45 especies procedentes de África y Europa de las que 23 se han establecido, multiplicándose y ocupando una parte de Australia. En la zona tropical, en el norte del país, funcionó bien, porque se introdujeron muchas especies con un rendimiento extremadamente alto. Pero se enviaron pocos escarabajos de origen Mediterráneo para el sur de Australia y ahí las boñigas han seguido quedándose y las moscas proliferando. Por eso en un segundo tiempo, entre 2012 y 2014, fui solicitado por el CSIRO para introducir dos nuevas especies procedentes de Francia y España.

P. ¿De dónde de España?

R. Del sur, de Andalucía.

P. ¿En qué punto están ahora mismo las introducciones de escarabajos?

R. En 2017 se puso en marcha un nuevo programa más amplio y ambicioso que terminará en junio de 2023. De nuevo, son principalmente los ganaderos los que pagan y esta vez las especies que hemos escogido son de origen marroquí. Con el cambio climático, en el sur de Australia hay periodos de calor y de sequía cada vez más importantes, así que había que seleccionar escarabajos capaces de adaptarse a estas condiciones más duras. Además, también tenían que ser especies activas al comienzo de la primavera, cuando llegan al sur de Australia nubes de moscas procedentes del centro del país. Los escarabajos son recolectados en Fez, en Marruecos, y luego son enviados al centro de cuarentena de Montpellier del CSIRO, desde donde son enviados a Australia directamente o son utilizados para reproducirlos y mandar las siguientes generaciones criadas allí.

P. ¿Cómo afecta la introducción de estas especies foráneas en la fauna local de Australia?

R. En este caso, los escarabajos seleccionados para Australia son especies que no compiten con la fauna local por los excrementos de los marsupiales. Tomamos muchas precauciones para no afectar a las especies nativas.

P. Pero en estas introducciones de insectos no siempre se toman tantas precauciones.

R. En las introducciones, hay dos filosofías. En algunos sitios se ha hecho de forma cuidadosa, tomando enormes precauciones para que no haya problemas. Y en otros, digamos que primero se ha introducido y luego se ha mirado si había algún problema. En Estados Unidos introdujeron en el sur del país, en Texas y California, dos especies que ya fueron llevadas a Hawái y Australia, pero no con la misma ética. Se trata de Digitonthophagus gazella y Euoniticellus intermedius, que luego de soltarse en el sur de Estados Unidos se desplazaron progresivamente a México y siguieron bajando por Centroamérica hasta llegar en pocos años a la altura de Panamá. El problema es que estas especies introducidas sí están desplazando a las autóctonas, porque tienen el mismo régimen alimentario.

P. ¿Qué lección saca de la importación de escarabajos en Australia?

R. Los escarabajos peloteros son un componente clave de los pastizales y son gratuitos, el caso de Australia muestra que si los eliminamos se genera un grave problema que cuesta caro remediar. El programa actual supone 20 millones de dólares australianos para reintroducir solo tres especies.

P. ¿Dado el actual declive de los insectos en muchos puntos del planeta, es previsible que en el futuro aumenten estos movimientos de especies entre países?

R. Sí, pero es una lástima. Es más costoso restaurar procesos ecológicos que protegerlos de partida. Hace unos años estuve en Chequia, allí se colectivizaron los medios de producción cuando formaba parte del bloque de la Unión Soviética y la gente no podía tener su propio ganado, en muchas zonas no se veían vacas en el campo, lo que provocó que desaparecieran los escarabajos peloteros. Ahora han empezado a hacer traslocaciones para recuperar las especies a partir de su propia fauna. Es posible, pero si se quiere hacer a gran escala, esto cuesta muy caro.

P. ¿Cuál es la situación de los escarabajos peloteros en España?

R. En España hay sitios con mucho ganado, pero el ganado es tratado con medicamentos veterinarios que son tóxicos para los insectos coprófagos. Hay zonas con miles de boñigas no recicladas porque ya no hay escarabajos peloteros o muy pocos. Utilizando estos medicamentos de una forma no razonable estamos provocando justo aquello contra lo que luchan los australianos pagando millones de dólares.

P. ¿Le preocupa lo que está pasando con los insectos?

R. Estamos perdiendo muchos insectos y es muy preocupante el ritmo. Hay un colega australiano que dice lo siguiente: es importante que Australia importe la mayor cantidad de escarabajos porque quizá un día seremos nosotros los que revendamos las especies que hayan desaparecido de vuestros países.

P. ¿La gente es realmente consciente de la importancia de los insectos?

R. Para nada. Es una cuestión de educación, pero a todos los niveles. Incluso la gente cultivada ignora muchas cosas de los insectos. He hecho mucha formación con gestores de espacios protegidos, con ganaderos, incluso con veterinarios. Muchos veterinarios tratan a los animales y su trabajo termina ahí. Es increíble, pero muchos descubren que después de los tratamientos hay residuos de los medicamentos que afectan a los escarabajos peloteros y que pueden alterar por completo el funcionamiento de los pastos. Ignoran qué son los escarabajos peloteros y su papel clave en el entorno.

P. ¿Qué se puede hacer para evitar que los ganaderos usen medicamentos que afecten a los insectos?

R. En el programa actual se realizan formaciones con ganaderos y veterinarios para que aprendan a vivir con los escarabajos peloteros sin utilizar masivamente medicamentos que los matan. Son los ganaderos los que han pagado la mayoría de los programas de reintroducción, no tiene sentido que sean también ellos los que los maten.

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Sobre la firma

Clemente Álvarez
Es el coordinador de la sección de Clima y Medio Ambiente de EL PAÍS y está especializado en información ambiental, cambio climático y energía. Ha trabajado para distintos medios en España y EE UU, como Univision, Soitu.es, la Huella en La2 de TVE... Fue también uno de los fundadores de la revista Ballena Blanca.

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