La Gran Barrera de Coral de Australia provoca un choque dentro del Gobierno de España
Transición Ecológica rechaza la decisión de Exteriores de vetar en la Unesco la inclusión de esta formación natural en la lista de Patrimonio de la Humanidad en peligro
La mala situación de la Gran Barrera de Coral, una de las víctimas más evidentes del calentamiento global, ha generado un fuerte choque en el seno del Gobierno español. España ha votado este viernes en contra de que la Unesco incluya esta formación natural en la lista de Patrimonio de la Humanidad en peligro. Es el Ministerio de Exteriores el que representa a España ante este organismo internacional y ha dado instrucciones para sumarse a la posición de bloqueo. Pero la postura adoptada no ha gustado nada a la vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera, que tiene la cartera de Transición Ecológica. Su departamento ha expresado públicamente el desacuerdo con Exteriores. Los dos ministerios son responsabilidad del PSOE.
Según las fuentes consultadas por este periódico, en las últimas horas Ribera había maniobrado dentro del Ejecutivo de Pedro Sánchez para intentar que Exteriores modificara su posición, que supone un apoyo explícito a Australia, uno de los países desarrollados que menos se están implicando en la lucha contra el calentamiento global. El departamento de Ribera ha hecho público el rechazo a la posición ejecutada por el nuevo ministro de Exteriores, José Manuel Albares. “El Miteco [el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico] expresó su opinión desfavorable a esa enmienda y favorable a la propuesta de Unesco”, ha señalado una portavoz del departamento de Ribera. “El Miteco subrayó que la Gran Barrera de Coral está en una situación de peligro como consecuencia de la acidificación y del incremento de la temperatura, es decir, como consecuencia fundamentalmente de los impactos del cambio climático, por lo que es fundamental el máximo compromiso de Australia y de la comunidad internacional”, ha añadido la misma fuente.
Horas antes, el Ministerio de Exteriores había señalado al digital Climática que “el compromiso de voto estaba ya tomado antes de la llegada del actual ministro”. Y había añadido que “España cumplirá con los compromisos adquiridos”. “Es una decisión tomada conjuntamente entre Exteriores y Cultura, en la cual el Miteco ha dado también su opinión”, señaló Exteriores. Y esa opinión era desfavorable, según ha explicado el departamento de Ribera.
Fuentes diplomáticas señalan que la ministra australiana de Medio Ambiente, Sussan Ley, visitó recientemente Madrid y los nuevos titulares de Exteriores y Cultura, José Manuel Albares y Miquel Iceta, se encontraron con la decisión ya tomada. “Cuando Transición planteó su rechazo, el voto estaba comprometido y España debe honrar sus compromisos”, agregaron las mismas fuentes. La postura del Gobierno, “adoptada colegiadamente”, insistieron, no es excluir la Gran Barrera de la lista de espacios amenazados, sino posponer la decisión a 2022 y enviar ya una misión que evalúe el impacto de las acciones que Australia ha tomado desde 2012 para protegerla. “Es lo mismo que planteó España en el caso de Doñana en 2018”, agregan dichas fuentes, quienes subrayan que la decisión se ha tomado por consenso de los 21 países miembros del Comité de Patrimonio Mundial, entre los que España y Noruega son los únicos europeos, sin necesidad de votar.
El secretariado de la Unesco —la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura— había presentado para su reunión anual, que se está celebrando virtualmente, una propuesta para que se declarara en peligro la Gran Barrera, que fue reconocida en 1981 Patrimonio de la Humanidad. Pero, según explica Juan Carlos del Olmo, responsable de la organización ecologista WWF en España, Australia se ha movido en las últimas semanas para evitarlo. Y presentó una enmienda para retrasar esa decisión. El texto alternativo fue apoyado por 12 países entre los que figuran Hungría, Rusia, Omán, Arabia Saudí y, para sorpresa de muchas organizaciones ecologistas internacionales, España.
La decisión final sobre la Gran Barrera de Coral se ha producido este viernes y España, como estaba previsto, se ha pronunciado en contra de la inclusión de esta formación en la lista de patrimonio en peligro. Finalmente, se ha decidido “crear una comisión que evalúe la situación con el Gobierno de Australia y las comunidades locales”, explica José Luis García Varas, responsable del programa de Océanos de WWF en España. También se ha acordado volver a revisar este expediente el próximo año, añade García Varas.
La Unesco, que es el organismo encargado de la famosa lista de Patrimonio de la Humanidad, es escenario en muchas ocasiones de cabildeos y trueques de apoyos entre los países. El domingo está previsto votar la propuesta española de declarar Patrimonio de la Humanidad el eje Paseo del Prado y El Retiro de Madrid. Si prospera, Madrid dejará de ser una de los pocas grandes capitales europeas que no cuenta con ningún bien catalogado por la Unesco. Exteriores ha multiplicado las gestiones en los últimos días para ganar apoyos suficientes a su candidatura, algo que no tenía garantizado. Además, desde hace años la Unesco está realizando un marcaje a los problemas que atraviesa el espacio natural de Doñana, lo que en algún momento podría llevar a que fuera declarado en peligro también este espacio natural.
Del Olmo ha calificado de “injustificable” la posición que ha mantenido España este viernes ante la Unesco. Ha recordado que la Gran Barrera está en una situación crítica, además de por el cambio climático, por los proyectos industriales que cuentan con el visto bueno del Gobierno australiano, gobernado por los conservadores. El representante de WWF ha recordado que los laboristas en Australia apoyaban la inclusión de la Gran Barrera en la lista de patrimonio en peligro.
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