_
_
_
_

Una escalera mecánica para recuperar las calles de La Teixonera

Los vecinos celebran la inauguración y lamentan la pérdida del dinamismo en el barrio en los últimos años

Bernat Coll
Unos vecinos utilizan las nuevas escales mecánicas de La Teixonera.
Unos vecinos utilizan las nuevas escales mecánicas de La Teixonera. MASSIMILIANO MINOCRI

A Juan le cuesta salir de casa. Tiene 74 años y está en tratamiento de quimioterapia. Vive en el barrio de La Teixonera y ayer estaba especialmente contento. “Ahora es mucho más fácil salir a la calle”, explica. Los vecinos y el Ayuntamiento inauguraron ayer unas nuevas escaleras mecánicas —que funcionan desde hace días— en la calle de Mare de Déu dels Àngels, y que unen las vías de Sant Dalmir y Fastenrath. La infraestructura salva 15 metros de desnivel, un mundo para Juan. “A veces me mareo y me cuesta bajar y subir escalones. Esta escalera mecánica lo hace todo más sencillo. Te subes, y ¡pum!, ya estás arriba”.

La accesibilidad es uno de los principales problemas de La Teixonera y sus alrededores, barrios de grandes desniveles y difícil movilidad. “Uno de los grandes retos del Ayuntamiento es este”, plantea Rosa Alarcón, regidora del distrito de Horta-Guinardó, “garantizar que los vecinos puedan llegar a su casa a pie. Por eso fomentamos el transporte público y estas escaleras mecánicas”. El coste de las obras, según la regidora, ha sido de 1,3 millones de euros. 

“El barrio está demasiado abandonado por el Ayuntamiento”, lamenta Juan. “Estas escaleras llegan 25 años tarde. Pero son bienvenidas”. Juan es uno de los asistentes a la inauguración. La gran mayoría es gente mayor. “Aquí cada vez hay menos jóvenes”, lamenta Antonia, de 61 años. “En la calle hay poca vida, los comercios cierran y La Teixonera se está convirtiendo en un barrio dormitorio”.

El Ayuntamiento pretende ofrecer locales de la zona a artistas y pintores para revitalizar el barrio. “Pero, ¿quién vendrá hasta aquí arriba?”, cuestiona Juan. El Consistorio admite que el proyecto está en fase inicial, y que también estudia colorear las persianas grises de los locales y bajos cerrados. “Que el Ayuntamiento actúe”, pide otra vecina. “Las escaleras nos ayudan, sí, pero nos falta mucho para recuperar la vida del barrio”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Bernat Coll
Periodista centrado actualmente en la información sanitaria. Trabaja en la delegación de Catalunya, donde inició su carrera en la sección de Deportes. Colabora en las transmisiones deportivas de Catalunya Ràdio y es profesor del Máster de Periodismo Deportivo de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_