Los promotores del Hermitage quieren seguir en Barcelona
El director del museo ruso, sorprendido porque está acostumbrado a un trato más “amable”
No tiran la toalla. Los promotores del Hermitage en Barcelona aseguran que “mantienen la voluntad de sacar el proyecto adelante en la ciudad” y que se mantienen “a la espera de la resolución formal de las administraciones para poder analizar en detalle las implicaciones”, según una nota que hicieron pública en la tarde de este miércoles, 48 horas después de que el Ayuntamiento cerrara la puerta a la ubicación del museo en la Nueva Bocana del Puerto, tras desaconsejarlo los cuatro informes independientes que había encargado. Entre los motivos: riesgo de seguridad, problemas de circulación, dudas de la viabilidad económica y nulo proyecto cultural.
Según explican en su breve nota los impulsores del Hermitage barcelonés, están “a la espera de recibir la resolución formal del Ayuntamiento de Barcelona para conocer el contenido y motivación de la misma, así como de lo que resuelva la Autoridad Portuaria de Barcelona, propietaria de la parcela donde se prevé la ubicación del futuro Hermitage Barcelona y promotora del Plan Espacial de la Nueva Bocana”. Por eso, reiteran “el compromiso de desarrollar el proyecto del museo en la Nueva Bocana”, que el lunes los informes rechazaron.
También aseguran que los ha sorprendido porque en todo momento han seguido “el proceso reglado y de la mano de las administraciones, siendo partícipe el Ayuntamiento de forma directa como indirecta del mismo”. Y destacan que la tercera modificación del Plan Especial de la Nueva Bocana del Puerto, aprobado en el pleno municipal de abril de 2018, contó con los votos del gobierno municipal y de la mayoría de grupos.
Según explican, este planteamiento urbanístico daba el visto bueno al uso cultural e incluía un informe de movilidad que valida cualquier uso del plan, tanto comercial como cultural. El informe, prosiguen, lo realizó Intra, la misma empresa que ahora ha redactado el documento de movilidad presentado por el Ayuntamiento, cuyas las conclusiones “no indican que la implantación del museo sea desfavorable”.
Para concluir, insisten en que están convencidos de que el Hermitage en Barcelona “aportará un impulso económico a la ciudad ejerciendo de polo dinamizador de su entorno, así como de otros sectores” y que “creará sinergias con el ecosistema museístico, cultural y educativo de la ciudad”; otro de los reproches que se les hace en los informes que se utilizó para rechazar el proyecto.
Este miércoles también habló el director del museo ruso, Mijaíl Piotrovski: “El Hermitage está dispuesto a mostrar sus colecciones y a compartir su experiencia de trabajo museístico en todo el mundo, pero nunca lo impone y está habituado a un trato amable”, declaró a EFE. Piotrovski explicó a la agencia que hace unos años la pinacoteca recibió una solicitud para crear un “centro satélite” en Barcelona, como el de Ámsterdam, Fabriano, o la ciudad rusa de Kazán. “El Hermitage accedió a ello y firmó los respectivos contratos con el Gobierno de Cataluña y la ciudad de Barcelona. Desde entonces y hasta hoy no ha habido ningún contacto con las autoridades de Barcelona”, aseguró.
Otras declaraciones de Piotrovski son protagonistas, involuntarias, de uno de los cuatro informes que ha utilizado el Ayuntamiento para no respaldar el proyecto barcelonés, tal y como lo han presentado sus promotores. Son las que recoge Josep Ramoneda, autor del informe cultural, que realizó el director ruso a un periódico barcelonés el pasado 1 de diciembre. Según él, “la muerte de Wagensberg [el referente intelectual del proyecto en 2018] para nosotros va a ser un golpe duro a nivel humano, y también para el proyecto, porque había planteado unas líneas muy interesantes. Pero hemos de seguir adelante con el proyecto a pesar de que sin Wagensberg quizá es difícil continuar en esta línea. Hemos de hablar con nuestros socios para escoger la estrategia más adecuada”, unas declaraciones que llevan a asegurar a Ramoneda que “hoy no hay un proyecto cultural Hermitage” y que “las indicaciones más concretas apuntan a una franquicia convencional”.
Por su parte, el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni, opinó también el miércoles sobre el asunto: “El Ayuntamiento está a favor de iniciativas culturales privadas y, de hecho, las vamos a buscar. Y sí hay un verdadero interés en encontrar un sitio alternativo. Creo que los gobiernos no deben valorar los proyectos culturales si son privados, pero es que en este caso es suelo público”, señaló, informa Blanca Cia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.