Bargalló apuesta por los institutos escuela que desechó CiU para combatir la segregación

El consejero de Educación, Josep Bargalló, presentó este lunes los 26 nuevos institutos escuela en Cataluña que se inaugurarán el curso 2020-2021. Se trata de la tercera ola de creación de este tipo de centros que abarcan la escolarización obligatoria entre los 3 y los 16 años. La ampliación anunciada este lunes sumará un total de 79 institutos escuela en funcionamiento el próximo curso escolar. Bargalló ha destacado la confianza de la Generalitat en este modelo educativo para la “transformación educativa”, una apuesta anteriormente descartada por los gobiernos de Convergencia i Unió (CiU) que ahora se ve como "la solución" a la segregación, el abandono escolar y el desequilibrio territorial.

De los nuevos centros previstos para 2020, la mayoría serán ampliaciones de escuelas de educación primaria, y solo cinco se crearán a partir de la fusión de una escuela y un instituto. El Departamento de Educación no descarta que en los próximos meses puedan sumarse más institutos escuela a la lista de nuevos centros, “muy posiblemente” en Barcelona, según ha asegurado el director general de Centros y presidente del Consorcio de Barcelona, Josep González-Cambray. La propuesta de 26 nuevos centros se ha planteado sin haber todavía unos presupuestos autonómicos aprobados para el próximo año, pero Bargalló asegura que no es un impedimento para garantizar la viabilidad del proyecto.

El consejero del ramo apuntala así una medida impulsada por el gobierno tripartito y posteriormente denostada por los gobiernos convergentes. De hecho, Irene Rigau, la titular de Educación en los años de Artur Mas al frente de la Generalitat, apenas inauguró institutos escuela. Pero Bargalló ha intentado, desde que llegó al cargo, imprimir un sello más progresista a su departamento y marcar distancias con sus socios de gobierno en cuanto a políticas educativas se refiere. Ejemplo de ello ha sido su postura crítica a los centros concertados que segregan por sexo o su plan de retomar la financiación de las guarderías.

La apuesta por un modelo educativo continuado entre los tres y los 16 años busca evitar la fragmentación de la educación obligatoria y articular un proyecto pedagógico único hasta el final de la ESO. Los dos últimos cursos, este modelo se impulsó principalmente en zonas urbanas como el área metropolitana de Barcelona para combatir la segregación y el abandono escolar. Sin embargo, la implantación de institutos escuela para el próximo curso toma más relevancia en el mundo rural. Para el Departamento de Educación, el objetivo de fondo de este modelo es solucionar los “problemas del pasado” que, según Bargalló, derivan de leyes educativas como la LOGSE, la Ley Orgánica del Sistema Educativo que rigió entre el 1990 y 2006. La intención es “revertir” la situación actual de la escuela rural para “equilibrar el territorio” y prevenir la "despoblación rural”.

“No podemos permitir que el horario de algunos alumnos empiece a las siete de la mañana cuando cogen el autobús y termine a las cinco de la tarde”, denunció Bargalló, con relación a los estudiantes de secundaria de zonas rurales que se desplazan para ir a clase. Los institutos escuela, con comedor en todos los centros, pretenden acabar con los casos de alumnos que hacen la primera comida caliente del día a las cuatro de la tarde. “Uno de los criterios esenciales es que los estudiantes coman entre las 12.00 y las 14.00”, señaló el Secretario de Políticas Educativas, Carles Martínez. Durante el mes de febrero se presentará un informe sobre el tiempo escolar para adaptar los horarios a un ritmo “más saludable”.