El poliédrico Puig i Cadafalch, protagonista de una nueva revista

Josep Puig i Cadafalch levantó cuatro columnas en 1919 en la montaña de Montjuïc donde acabó celebrándose la Exposición Internacional de 1929. Pero el nuevo proyecto de la fuente luminosa de Carles Buïgas —para equiparar Barcelona con París, la ciudad de las luces— que acabó construyéndose, sumado al hecho de que las cuatro columnas eran un enorme icono del catalanismo, llevó a la dictadura de Primo de Rivera a derribarlas en 1928. Décadas después, en “un acto de justicia histórica” las cuatro columnas se volvieron a levantar, después de una campaña popular, en 2011, en presencia del presidente de la Generalitat. Pero Puig i Cadafalch es el autor de un buen número de edificios —Casa Amatller, Palau Macaya, Can Serra, Casa de les Punxes y la Fábrica Casaramona, entre otras muchas—, que se encuentran entre los edificios más destacados del modernismo catalán, con permiso de otros dos grandes: Antoni Gaudí y Doménech i Montaner —que suman nueve edificios Patrimonio de la Humanidad entre los dos—.

Complejo e inquieto, como la mayoría de grandes personajes, Puig i Cadafalch, además de arquitecto también fue historiador, arqueólogo, matemático, historiador del arte, interiorista, periodista, estadista y político, llegando a ser el presidente de la Mancomunidad de Cataluña entre 1917 y 1924. Para comprender su perfil poliédrico —como se califica ahora a todos los que cultivan más de una faceta— son muchos los trabajos y publicaciones que arrojan luz para conocerlo mejor. La última, 4 columnes. L'univers de Josep Puig i Cadafalch, la revista que toma el título del monumento derribado en 1928 y que ha comenzado a publicar la asociación Amics de Josep Puig i Cadafalch, con la función “de dar la máxima difusión a todo lo que envuelve al mundo de Puig y su tiempo”, según el presidente de la entidad Oriol Calvo que explica que su idea es que “llegue a bibliotecas y centros de estudios, pero también a un amplio público y a lugares donde publicaciones como esta les cuesta acceder”. Por eso, asegura, han hecho una revista “rigurosa, con contenidos de alta calidad, pero amena y visualmente atractiva”.

Este primer número de estreno arranca con un reportaje sobre la Casa Amatller, uno de los buques insignias de Puig, firmado por Santiago Alcolea, director del Institut Amatller d’Art Hispànic y de la nueva revista que la defiende “como un foro para profundizar en su estudio y conocimiento”, además de una oportunidad para “recuperar los escritos que publicó en los diversos ámbitos, analizándolos, interpretándolos y señalando la repercusión que tuvieron en su momento y la vigencia que pueden continuar teniendo”.

Le sigue el periodista Joan Safont que aborda la relación “entre tensión y colaboración” entre Puig y el Noucentisme; una conversación imaginaria entre el protagonista de la publicación y otro arquitecto, Esteve Mach que cuenta con el añadido de que las respuestas si son reales, extraídas de sus discursos, artículos y sus Memórias. Por su parte, Mònica Borrell Giró explica las excavaciones realizadas en 1919 en el teatro romano de Tarraco, Eduard Riu-Barrera repasa los actos del Año Puig i Cadafalch que se celebró en 2017, mientras que Maria Isabel Marin explica la participación del escultor Eusebi Arnau, otro de los grandes modernistas, en la arquitectura de Puig i Cadafalch.