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“Levantar el ánimo a un animal maltratado es una de las mejores sensaciones del mundo”

María García lleva más de una década compaginando su trabajo como enfermera con el cuidado de animales discapacitados

María García, fundadora de la ong animalista Bichos Raros.org, en su finca de Madrid.
María García, fundadora de la ong animalista Bichos Raros.org, en su finca de Madrid.KIKE PARA

Casi 150 animales (perros y gatos) discapacitados o enfermos crónicos “viven felices” en la protectora Bichos Raros, ubicada en la sierra norte de Madrid, gracias a la labor altruista de María García (46 años) e Inmaculada Torregrosa (52 años). Enfermera y abogada, respectivamente, comenzaron hace más de una década haciéndose cargo de animales que requerían de algún cuidado especial y que no podían ser atendidos por otras protectoras. La suya se mantiene gracias a los ingresos procedentes de sus trabajos y a las donaciones puntuales de sus socios. “Es difícil, no llegamos nunca a fin de mes, pero vamos tirando”, dice García.

¿Cómo se organizan?

Yo, por ejemplo, trabajo como enfermera en el turno de noche, así que por el día me puedo ocupar de los animales. Hay que vaciarles la vejiga, bañarles, ponerles en la silla de ruedas, darles de comer, sacarlos al jardín… aunque cada día surge algo nuevo que hacer.

¿Y cuándo duerme?

Trabajo una noche sí y otra no. Así que la noche que no trabajo es la que duermo. Estoy despierta casi 48 horas seguidas, pero llevo haciendo esto tanto tiempo que ya me he acostumbrado.

Tiene que ser una labor gratificante para tanto sacrificio.

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Por supuesto. Todo el mundo que nos dedicamos a la protección animal tenemos cara de cansados, pero somos muy felices porque, aunque es agotador, los animales tienen una gratitud muy especial. Da igual cómo te encuentres cualquier día, en cuanto les ves y te empiezan a lamer o te traen su juguete para que se lo tires, desaparece cualquier cansancio o mal rollo que tengas. Levantar el ánimo a un animal que viene decaído porque le han maltratado es una de las mejores sensaciones del mundo.

¿De dónde vienen los animales que acogen?

Recogemos perros de todas partes de España. La mayoría han sido maltratados y abandonados. A lo mejor los han atropellado y los ha recogido otra protectora y, después de pasar por el veterinario, se ponen en contacto con nosotras para trasladarlo aquí. No tenemos unas instalaciones infinitas, pero siempre intentamos hacernos cargo de alguna forma. Lo que sobre todo garantizamos es que una vez que cruzan la puerta de la protectora van a ser felices.

¿Qué pasaría con ellos si no existiese Bichos Raros?

Pues que les aplicarían la eutanasia. A nosotras nos llaman casi siempre con la premura de que, si no cogemos a ese animal, lo van a dormir.

Pero, ¿una discapacidad o una enfermedad crónica no es motivo para sacrificarlo?

Claro que no, en la mayoría de los casos son animales que pueden seguir teniendo una buena calidad de vida, no sufren. Además, no tienen complejos de ningún tipo, en lugar de andar o correr con cuatro patas, lo hacen con dos, pero son felices igualmente. Para mí, esa es una de las lecciones más importantes que nos pueden dar.

¿Se sacrifican menos animales que antes?

Sí, eso se ha notado mucho. A lo mejor, una familia que tiene un perro que se ha quedado parapléjico por algún motivo, ya no se plantea sacrificarlo porque sabe que puede seguir llevando una vida normal cambiando qué ciertas cosas de su rutina. Nosotras también asesoramos en este tipo de casos, no somos veterinarias, pero sí podemos dar consejos sencillos que facilitan las labores cotidianas para los que atienden a ese animal. Y también prestamos sillas de ruedas para perros.

¿Son caras?

No excesivamente, pero hay que tener en cuenta que las lesiones de estos animales suelen ser de la columna vertebral, así que no vale con una silla cualquiera de plástico, tiene que ser algo consistente que les sujete bien y les permita hacer movimientos como correr y girar.

¿No es difícil cuidar de un animal discapacitado?

En el momento que decides tener un animal, sabes que va a depender de ti para todo: para sacarlo a la calle, para abrir el saco de pienso y echarle de comer, para bañarlo… Así que cuidar a un animal discapacitado es casi igual que cuidar a uno que no lo es. Cuando sales a pasear le tienes que poner la correa, pues con un perro discapacitado la diferencia es que le tienes que poner la silla de ruedas.

Adoptar un animal discapacitado

García celebra que las adopciones de animales en general hayan aumentado
en los últimos años. "Cada vez hay más personas que prefieren esta opción a
la de comprar. También lo hemos notado con las adopciones de animales
discapacitados, cada vez nos llaman más personas interesadas en los perros
que tenemos en la protectora", dice la voluntaria de Bichos Raros que imparte
charlas para concienciar sobre este tipo de adopción. En su página de Facebook BichosRaros.org proporcionan información sobre los perfiles disponibles y animan a cualquier interesado a ponerse en contacto con ellas.

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