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El payaso que llora a su hermano jefe de pista

El Circo Histórico Raluy empieza en Barcelona sus funciones, en las que se rinde homenaje a su fallecido director, Carlos Raluy

Jacinto Antón
El payaso Francis Raluy junto a la foto de su hermano fallecido Carlos Raluy, ayer bajo la carpa.
El payaso Francis Raluy junto a la foto de su hermano fallecido Carlos Raluy, ayer bajo la carpa.CARLES RIBAS

The show must go on. El espectáculo debe continuar. El payaso recuerda el famoso dicho con los ojos húmedos y sorbiendo ostensiblemente bajo la nariz roja. Estamos en el circo Raluy —oficialmente el Circo Histórico Raluy, uno de los dos en que se dividió en 2016 el original— y el clown que se emociona visiblemente al hablar es Francis Raluy, Bilin, hermano del recientemente fallecido (23 de noviembre) Carlos Raluy, cofundador de la compañía. Francis se ha hecho ahora cargo del circo que acaba de levantar su carpa en el Moll de la Fusta de Barcelona para la tradicional cita de navidades con la ciudad. Traen (las representaciones comenzaron anoche) su nuevo espectáculo Un viaje en el tiempo, con números ambientados en la época dorada de los circos, y que incluye un homenaje al fallecido Carlos Raluy. El retrato del que fue chef de piste,jefe de pista, del circo Raluy, se muestra toda la función en una silla, junto con su chaqueta y su micrófono, iluminado todo por el haz de luz de un foco. "Como si estuviera".

¿Con qué ánimos se encuentran?, le pregunto sentados al borde de la pista a Francis Raluy, que se mira lánguidamente las puntas de los zapatones. "El ánimo es de seguir llevando adelante los sueños de mi hermano, su proyecto artístico, sin desviarnos un ápice de su idea de circo. Actuamos como si él nos estuviera vigilando desde algún lugar". La voz de Bilin sale muy nasal bajo su gran nariz roja y la puntean como pequeños gemidos. "Hay que continuar, por supuesto, es la ley del circo, sí". ¿Estaba enfermo Carlos Raluy? "Desde hace un año, sufría una enfermedad rara, amiloidosis, en la que una proteína anormal, defectuosa, se acumula en los órganos. Tenía el corazón muy afectado. No había nada que hacer. Actuó hasta el último momento, era el jefe de pista supremo. Anunciaba los números en un catalán perfecto, lo echaremos de menos también en eso. Haremos lo que podamos pero Jessy, el nuevo chef de piste es italiano...". Francis Raluy es inglés. "Son cosas del circo. Antes de crear el circo familiar íbamos de circo en circo, mi padre pasó una temporada de tres años en Inglaterra y nací allí, en Sothport, a 30 kilómetros de Liverpool. Me sentí inglés hasta los 14 años, incluso me ponía en pie al sonar el himno nacional. Luego, hemos viajado tanto... somos un poco de todas partes".

La familia Raluy se dedica desde hace 80 años al circo. Luis Raluy fue el iniciador de la dinastía. Nació en Carcasona (Francia) pero era de familia catalano-aragonesa y se crío en Sant Adrià del Besós. Fue hombre bala, que ya es oficio. Francis es uno de sus cuatro hijos, Luis, Carlos, Eduardo y él. Tiene 65 años, pero no los aparenta, le digo. Sonríe volviendo hacia mí su cara maquilada. "Ahora soy el jefe, me lo pidió Carlos en el hospital en Palma, solemnemente depositó en mí la dura tarea de llevar adelante el circo". ¿Siempre ha sido payaso? "No, una época hacía un número de percha muy bueno, es lo que se suele decir pero era realmente el mejor del mundo”. Ahora es un augusto. "Yo hago el tonto, se me da bien, me sale con naturalidad".

“Le recordamos con su foto, su chaqueta, su micro. Como si estuviera”

Se produjo una escisión en el Raluy. "Son cosas que pasan. La familia crece, cada cual busca sus intereses, y se olvidan los del conjunto. En la primera separación se fue Luis, el hermano mayor, con sus hijas, el Raluy Legacy. Ahora venimos aquí al Port Vell un año nosotros otro ellos. Este año nos toca a nosotros". Otro hermano, Eduardo, creó el circo William, y luego Rosa, hija de Carlos, inició su propio proyecto, el circo-teatro Rosa Raluy.

¿Cómo es el show que traen esta vez? "Con un aire años veinte, Belle Epoque, hay un número aéreo húngaro, un malabarista italiano, de los Colombaioni; el cómico Sandro, el forzudo Enrico Robinson, el contorsionista portugués Saulo. Priman el humor, la emoción y la poesía, es un espectáculo muy romántico, la gente sale encantada".

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“Mi hermano Luis vino al funeral. Su familia no. No los hubiéramos dejado entrar”

Del otro circo Raluy, el Legacy, dice que raramente hay algún roce si coinciden en alguna ciudad, pero que el mundo es muy grande. Cada uno tiene registrado su nombre. No cree que vuelvan a juntarse. El payaso endurece el rostro al hablar del funeral de su hermano Carlos. “Luis vino, está mal, con Parkinson, los demás de su familia no. Tampoco los habríamos dejado entrar". Para hablar de otra cosa le pregunto por Daniela Giribaldi, la mujer del lanzador de cuchillos. La pareja actuaba con ellos "Me parece que se separó. Hace tiempo que no están con nosotros. Les iba más otro tipo de circo".

El Raluy histórico no tiene animales. “No, están prohibidos ya en casi todas partes y los animalistas tienen mucha fuerza y en algún caso un gran fanatismo. En buena parte es un absurdo legal, hay un ensañamiento en eso y en otras muchas cosas con el circo, que es un eslabón débil. El circo arrastra mala fama con los animales y es cierto que ha habido mucho mal trato animal, pero no se puede generalizar. Se comenten muchas injusticias con el circo”.

Del futuro dice que su padre ya lo veía negro hace cuarenta años "y aquí estamos: el circo continúa...".

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Sobre la firma

Jacinto Antón
Redactor de Cultura, colabora con la Cadena Ser y es autor de dos libros que reúnen sus crónicas. Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona y en Interpretación por el Institut del Teatre, trabajó en el Teatre Lliure. Primer Premio Nacional de Periodismo Cultural, protagonizó la serie de documentales de TVE 'El reportero de la historia'.

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