Barcelona duplica las urgencias médicas por agresión sexual desde 2015
Solo la mitad de las víctimas asistidas en el hospital Clínic, de referencia en la ciudad para estos casos, denuncian a su agresor
Barcelona atiende a más de una víctima de agresión sexual cada día. El Hospital Clínic, centro de referencia en la capital catalana para atender a personas que han sido agredidas sexualmente, ha tratado a 296 personas hasta noviembre y prevé terminar el año con 475 personas asistidas. Esto supone un 5,32% más que el año pasado y casi el doble de los casos atendidos en 2015. La cifra, subrayan los médicos, no refleja un aumento de las violaciones, sino que acuden más víctimas al hospital tras ser atacadas. Sin embargo, las personas que denuncian siguen una tendencia a la baja: solo el 51% de las personas se animó a denunciar en 2019, un 31% menos que en 2015.
La doctora Lluïsa García Esteve, miembro de la comisión de violencia intrafamiliar y de género del Clínic, ha apuntado al estallido del caso de la Manada en el verano de 2016 como posible causa en el freno de las denuncias. "Muchas víctimas no se atreven a pasar por ese calvario, ya sea por la alarma social generada o por cómo la justicia trata este tema", ha explicado García en una rueda de prensa. "Una frase que nos dicen mucho es 'si llego a saber por lo que tengo que pasar, no hubiera denunciado nunca'". "Por eso", ha añadido la consejera de Salud de la Generalitat, Alba Vergés, "es tan importante la gente que ha salido a manifestarse en las calles: para contrarrestar la bajada de denuncias".
Teresa Echeverría, enfermera y coordinadora de Urgencias del Clínic, recuerda que los factores socioeconómicos de las víctimas son clave para que una denuncia prospere o no. "Desde el hospital ofrecemos un asesoramiento gratuito con especialistas en violencia de género. Pero si deciden denunciar, los costes ya no salen gratis", ha explicado Echeverría, quien denuncia la inexistencia de abogados de oficio especializados en violencia machista.
Según los datos del Clínic, las agresiones, siempre cometidas por varones, afectan a un 85% de mujeres y a un 15% de hombres. Más de la mitad de los ataques, la mayoría realizados en domicilios, los reciben jóvenes menores de 25 años. Además, el 68% de las agresiones atendidas son violaciones y solo un 30% conocía a su atacante. Echevarría ha puntualizado, sin embargo, que no existe un perfil concreto de las víctimas, pues se trata de un crimen que afecta desde adolescentes hasta ancianas mayores de 60 años.
Las secuelas físicas y psíquicas derivadas de las agresiones sexuales, advierten los facultativos, son graves. "Una violación impacta sobre el sistema nervioso central de la víctima, lo cual puede derivar en secuelas como estrés postraumático", describe Lluïsa García, quien puntualiza que "no hay una relación directa entre ser violado y desarrollar una enfermedad mental". La recuperación, continúa la especialista, dependerá de muchas variables socioeconómicas. En todo caso, concluye García, "va a suponer un estrés importantísimo para la paciente. Algunas podrán lidiar con ello, y una minoría saldrá ilesa desde el punto de vista psíquico".
Un circuito específico para atender a las víctimas
El Clínic dispone de un protocolo de actuación y un equipo especializado para atender a las víctimas. El servicio de Urgencias cuenta con un box separado que otorga intimidad y seguridad al paciente. Una enfermera acompaña a la víctima en todo momento y se encarga de coordinar el dispositivo.
Trabajadores sociales y especialistas de otras disciplinas médicas también se coordinan entre ellos desde que la víctima entra en Urgencias. El equipo médico realizará una exploración física y psicológica completa a la persona agredida, y alertará al Juzgado de Guardia para avisar al médico forense.
A partir de este momento, la víctima recibirá un seguimiento de seis meses en el caso del servicio de enfermedades infecciosas y de uno a tres años para atender las posibles lesiones psíquicas.
El centro también facilita las gestiones a la víctima si quiere denunciar el caso. El 016 es el teléfono de atención a la víctima de violencia de género. El número no deja rastro en las facturas telefónicas pero permanece en los registros de llamadas, de donde puede eliminarse.
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