_
_
_
_

“Casi todo el mundo conecta con los fuegos artificiales”

La coreógrafa Cuqui Jerez es, junto a José Luis Giménez de Pirotecnia Vulcano, responsable de los elegantes y aclamados fuegos artificiales de cierre de 'Veranos de la Villa'

Cuqui Jerez, en el Parque de Enrique Tierno Galván.
Cuqui Jerez, en el Parque de Enrique Tierno Galván.KIKE PARA
Pablo León

A la coreógrafa Cuqui Jerez (Madrid, 45 años), formada con Lola de Ávila y posteriormente en Nueva York, le llegó hace cuatro años una curiosa propuesta: idear una coreografía de fuegos artificiales que danzases al son de una composición musical. Un espectáculo de media hora de duración para despedir la edición de 2016 de Veranos de la Villa, los primeros que dirigió Maral Kekejian. La composición escogida fue El pájaro de fuego, de Stravisnky. Fue un éxito absoluto. Desde entonces, Kekejian ha dirigido todas las ediciones de Veranos y Jerez, junto a José Luis Giménez de Pirotecnia Vulcano, ha sido la encargada de cerrar cada cita.

¿Cómo se llega de la danza a la pirotecnia?

La verdad es que nunca había hecho nada así. Fue una propuesta de Maral [Kekejian]. En esa época yo trabajaba no solo con bailarines sin también con objetos, pero tomándolos como cuerpos. La directora de Veranos conocía El fenómeno de las fuerzas ficticias, un trabajo mío en el que 5.000 objetos vuelan a escena si ningún personaje vivo. [La obra se presentará en dos semanas en el Anti-Festival en Finlandia, donde acude como nominada al premio ANTI-Festival International Prize for Live Art].

¿Cómo reaccionó al recibir la propuesta?

Es una propuesta muy sexy. Algo totalmente diferente. Me fascina el mundo inerte; necesito darle vida. Además, casi todo el mundo conecta con los fuegos: hay emoción, infancia, clichés de películas, nostalgia, alegría... Me pareció un reto, pero a la vez era algo a lo que estaba acostumbrada: cuando tú compones una escena ubicas cuerpos en el espacio y en el tiempo (eso es coreografía; también dramaturgia). En este caso, ubicábamos fuegos, algo efímero, en un espacio -el firmamento- enorme, con música y para miles de personas.

No suena fácil...

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Al principio, como no tenía ni idea de lo que era el mundo de la pirotecnia, intenté buscar algún libro sobre el tema, pero no encontré. Luego descubrí que es un conocimiento que se transmite de manera oral. Todos los trabajos los hemos realizado José Luis [Giménez], de Pirotecnia Vulcano, y yo. Cuando me junté con José, lo fui entendiendo.

¿Nos ilustra?

Mira, en el parque jugamos con dos alturas: abajo, entre 30 y 40 metros, y arriba, a 100 metros. También hay fuegos de 150, pero esos, al estar en un parque urbano, no los podemos usar. En las composiciones hemos usado: meteoros, colas, crosetes, torbellinos, silbatos, volcanes, peces, huevos de dragón, medusas, crisantemos, intermitentes, hojas, colas de caballo...

¿Cuáles son sus favoritos?

Los lentos -que no hay muchos-. Los sutiles como hojas, colas o fugaces. Creo que es porque palian la espectacularidad de los fuegos.

Esta es su tercera composición, pero esto no se ensaya: ¿cómo recuerda su estreno?

Efectivamente, no se puede ensayar. Te haces una idea, pero hasta que no lo ves, no sabes cómo queda. Eso es lo más difícil y lo más estimulante a la vez. El primer día que vi la obra fue en vivo. Muchas cosas se parecían a lo que yo me había imaginado; otras, no. Ese año fue Pájaro de Fuego de Stravinsky [Después vinieron Romeo y Julieta de Prokófiev y Un americano en París, de Gershwin. La de este año no la puede desvelar] y lo recuerdo como flipante. La gente estaba muy emocionada. Es mi favorita: siempre intento mantener el recuerdo de esa primera experiencia cuando voy a enfrentarme a una composición nueva.

¿Ha estado de gira con estos trabajos?

Me han invitado varias veces a festivales en Alemania, Bélgica o Austria, pero por cuestiones de seguridad no pudimos hacerlo. No es tan fácil encontrar un escenario perfecto para este tipo de obra. Este año intentamos hacerlo en el Campo de las Naciones, pero no pudimos porque había especies vegetales protegidas y mucho viento. Resulta que Tierno Galván es el escenario perfecto para este espectáculo.

Con el cambio de Ayuntamiento, igual cambian también Veranos... ¿Le gustaría seguir siendo la responsable del cierre de próximas ediciones?

Me encantaría. Hemos creado unos espectáculos que gustan a todo el mundo, de todas las edades e ideologías.

¿Me dice con qué canción va a despedir este año?

No te la puedo decir. Pero va a ser algo...

Los fuegos que despiden el verano

La coreógrafa Cuqui Jerez lleva años trabajando con el pirotécnico José Luis Jiménez, de Pirotecnia Vulcano. Juntos han ideado el espectáculo de fuegos artificiales que los últimos años ha cerrado Veranos de la Villa. Este domingo repiten (21.00 en el parque Enrique Tierno Galván) y se les une el dj Pascal Moscheni.

Jerez, además, está preparando una performance, "una colaboración entre Festival de Otoño y el Reina Sofía que estrenamos en Bruselas" y que a finales de enero de 2019 llegará a Teatros del Canal: Las ultracosas. "Invité a ocho performers a trabajar conmigo e intentar responder a la pregunta de ¿cómo suspender el tiempo? Como un tableau vivant, un cuadro vivo: en una pintura el tiempo está suspendido, hay acciones iniciadas, miradas perdidas... de las que no sabemos nada. Me interesa eso. Es una propuesta enigmática. Todavía estamos en el proceso de creación".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Pablo León
Periodista de EL PAÍS desde 2009. Actualmente en Internacional. Durante seis años fue redactor de Madrid, cubriendo política municipal. Antes estuvo en secciones como Reportajes, El País Semanal, El Viajero o Tentaciones. Es licenciado en Ciencias Ambientales y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS. Vive en Madrid y es experto en movilidad sostenible.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_