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FERIA DE JULIO

Jesús Duque, puerta grande a la sinceridad

Varea, que hizo lo más torero, se cortó la coleta al finalizar el festejo

El diestro Jesús Duque, sale por la puerta grande durante el segundo festejo de la Feria de Julio de València con toros de El Parralejo.
El diestro Jesús Duque, sale por la puerta grande durante el segundo festejo de la Feria de Julio de València con toros de El Parralejo. EFE/Biel Aliño

La oreja que cortó Jesús Duque al primero de la tarde fue el premio al tesón, a la constancia. Pareció frágil el torero por fuera, pero por dentro sabía lo que hacía y por qué lo hacía. Con un toro de embestida retardada, Duque se puso a sumar puntos uno a uno en una faena que contó con el apoyo del público. Le ganó la partida al de El Parralejo a pesar de que el toro se puso incómodo, con un amago de mal estilo que no pasó a mayores porque Duque no cejó en su empeño. Le sacó muletazos sobre la derecha, más de los previstos, y aún le dio tiempo a descararse en un desplante de rodillas encarado ante la testuz del toro.

El precioso cuarto, un castaño claro de gran estampa, fue de una nobleza franciscana. Ni un mal gesto, ni una mala mirada, siempre dispuesto y presto a la muleta. Duque, que con la capa lo había recibido con una larga de rodillas, volvió a ser torero de voluntad inquebrantable. Se sinceró y hubo de casi todo en una faena limpia, aunque no siempre ajustada a las notables condiciones del toro. No regateó esfuerzos el torero, sobre todo sobre la mano derecha, y acabó, de nuevo, con alardes valentones y hasta punto desafiantes. La muy buena estocada, al segundo intento, tuvo premio. Felicidad plena cuando se lo llevaron en hombros por la puerta grande.

La espada frustró a Varea de un triunfo sonado en el segundo. El colorado de turno, ofensivo como todos, fue un toro dulce, noble. De los que dan confianza a cualquier torero. Varea lo aprovechó. Su buen concepto, siempre por lo clásico, desde el primer muletazo hasta el último. Recreado en algunos y lentos la mayoría. Jugó por los dos pitones de tan notable astado, con torería y sabor. Lástima que con la espada no hubiera tantas luces y tan bella obra acabó en el limbo.

El Parralejo / Duque, Varea, Chover

Toros de El Parralejo, el tercero de sobrero, y, devuelto, el quinto, uno de Las Ramblas. De gran presencia, nobles y buen juego los titulares. Cumplidores en varas y sin complicaciones en la muleta. El segundo sobrero, gordinflón y feote.

Jesús Duque: estocada (oreja); pinchazo y estocada, aviso (oreja).

Varea: cuatro pinchazos, aviso y descabello (saludos); dos pinchazos, media, descabello, aviso y once descabellos más (silencio).

Jesús Chover: pinchazo y estocada desprendida (silencio); cuatro pinchazos, estocada, aviso, y dos descabellos (silencio).

Plaza de Valencia. 26 de julio. Segunda de Feria. Casi media. Al finalizar el festejo, Varea se dejó quitar el añadido en señal de retirada de la profesión.

El sobrero de Las Ramblas nada tuvo que ver con los titulares: gordinflón, poco ofensivo, feo de presencia, en fin. Fue toro de embestida al paso, sin gracia alguna que se medio convenció cuando Varea se centró sobre el pitón izquierdo. No cuajó las series completas, pero dejó naturales sueltos muy expresivos. La espada, otra vez, fue un calvario para el de Castellón. La sorpresa llegó al final del festejo, cuando sin nadie esperarlo se dejó quitar el añadido en señal de retirada de la profesión.

Jesús Chover no cogió suficiente confianza con el noble tercero, al que le costó algo tomar el engaño, y aplicó más decisión con otro buen toro como fue el sexto. Se mostró voluntarioso en banderillas en sus dos toros.

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Cuando las mulillas arrastraron el sexto, hacia ya tres horas cumplidas que la corrida había comenzado. Mala señal.

En la novillada que abrió el ciclo el pasado jueves, salió por la puerta grade el novillero frances El Rafi, tras cortar una oreja de cada novillo. La solvente actuación del torero de Nimes, junto a las promesas valencianas, Borja Collado y Miguel Polope, que cortaron un trofeo, hicieron de este festejo un muy interesante espectáculo. Las reses de Zacarías Moreno ayudaron a que así fuera, con dos primeros que fueron excelentes mientras el resto mostraron tuvieron sus teclas y bastante que torear.

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