_
_
_
_
OTRES
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Son 500 años de resistencia

"Migrantes Transgresorxs nació de la necesidad de que existieran espacios seguros de personas migrantes y disidentes sexuales"

Colectivo Ayllu, en una imagen en la web de Matadero de Madrid.
Colectivo Ayllu, en una imagen en la web de Matadero de Madrid.
Chenta Tsai Tseng

Mi primer acercamiento al Colectivo Ayllu y Migrantes Transgresorxs fue hace dos años en el patio de P. preparando las pancartas para el bloque racializado para la manifestación del Orgullo Crítico. Hasta entonces, nunca había planteado que, por ser disidente sexual y racializado, mi cuerpo iba a atravesar diferentes experiencias y opresiones que las de un cuerpo disidente sexual blanco.

Este espacio surge justamente desde esa necesidad, como dice A. A.: “Migrantes Transgresorxs nació de la necesidad de que existieran espacios seguros de personas migrantes y disidentes sexuales”. Es un colectivo de personas racializadas, migrantes, refugiados diversos con distintas identidades sexuales y de género. Llevan años trabajando en construcciones de alianzas y redes antirracistas y de disidencias sexuales, que garantizan la participación en diferentes plataformas. Además, durante los dos últimos años, se han abierto más ejes de investigación y artística, así como pedagogías de coloniales. Quién iba a pensar que este grupo de resistencia y de cuidados iba a acabar siendo familia, una segunda casa de resistencia y de cuidados.

Alojados en el Centro de Residencias Artísticas de Matadero, su espacio siempre estaba abierto. Fueron los que abrieron las puertas junto a Mother G. para habilitar los talleres no mixtos de voguing (eventos a modo de competición con performance, moda y belleza, creados en Nueva York hace décadas) para personas racializadas o el mismo espacio vecino donde se organizó el primer encuentro de la diáspora china por parte de diversos colectivos asiáticos como Tusanaje, Li-Wai, Catarsia u Oryza. Del 26 al 28 de junio organizarán No Son 50 Años, son 500 años en resistencia, sexualidades abominables, ancestrales y placenteras. Estas jornadas se celebrarán en este centro de Matadero y es un evento en el que se celebra la sodomía y la lucha contra el régimen heterosexual.

Han pasado 50 años desde los disturbios de Stonewall, en el que Marsha P. Johnson y Sylvia Rivera, cuerpos disidentes, negros y diaspóricos, dieron una batalla que agrietó los muros de las opresiones sexuales-raciales y de género en los Estados Unidos, y que luego tuvo resonancia en otras partes del mundo. Pero, como dice en el manifiesto colgado en el Instagram del Colectivo Ayllu, Stonewall no fue el inicio. “Hace 500 años murió el conquistador español Vasco Núñez de Balboa, quien mandó matar a cientos de indios en la aldea de Quarequa. Balboa descubrió que la casa del rey de Quarequa estaba infectada con ‘el libertinaje más abominable y antinatural’, pues se encontró a hombres vestidos con ropa de mujer, lampiños y adornados de un modo afeminado. Por ello ordenó que fuesen lanzados a los perros de presa”. En este escenario, proponen reflexionar, actuar y revivir experiencias históricas “para sentipensar y sentiperrear el presente”.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_