Maragall presiona a Colau al levantar el veto a Collboni
El líder de Esquerra en el Ayuntamiento de Barcelona asegura que convocará a los comunes y a los socialistas a una reunión a tres bandas
A cuatro días de la sesión de investidura del alcalde o alcaldesa de Barcelona, el candidato de ERC, Ernest Maragall, ha vuelto a intensificar este martes la presión sobre su rival, la alcaldesa en funciones, Ada Colau. Si hace solo cuatro días Maragall interrumpió las negociaciones y exigió a Colau que eligiera entre ERC o el PSC, ahora no solo las reabre, sino que acepta la participación en la misma mesa en la que negocia con la líder de los comunes del candidato del PSC, Jaume Collboni, al que hasta ahora vetaba. Maragall y Colau empataron a 10 concejales, pero ERC obtuvo 4.833 votos más.
La alcaldesa defiende, ya desde la campaña electoral y la noche electoral, un gobierno tripartito entre las tres fuerzas (que suman 28 de 41 ediles del pleno), pero hasta ahora los vetos cruzados entre independentistas y socialistas a causa del procés, han impedido que pase de una idea de la alcaldesa. “Yo no tengo ningún inconveniente en que el señor Collboni se siente en esta mesa”, ha dicho Maragall en un cambio radical de actitud. “Nosotros no vetamos a nadie, no tenemos ningún inconveniente en contrastar con nadie”, ha dicho. La oferta de Maragall, que es muy complicado que el PSC acepte porque implica gestos con los independentistas presos o por un referéndum, puede poner en un aprieto a Colau, si constata que su propuesta es inviable y tiene que elegir entre republicanos o socialistas.
Pero al tiempo que Maragall ha pedido esta reunión, y ha dejado claro que su proyecto de ciudad pasa por “el progresismo y la república”, ha venido a reconocer que el tripartito es imposible: “Me parece poco creíble que de golpe el PSC se convierta en defensor de los derechos y las libertades y acepte un referéndum, si se produjera, podríamos considerar cuál es la nueva situación”. Una hora después de lanzar la propuesta, el número dos del PSC, Laia Bonet insistió en Twitter en que los socialistas “no apoyarán” la investidura de Maragall, pero que están abiertos a hablar después.
A la pregunta de qué ha cambiado en una semana para pasar de un veto cerrado al PSC a abrirle la puerta, Maragall ha venido a decir que es una cuestión de cortesía política. “Estamos a cuatro días de la investidura y es nuestra obligación no esperar otros acontecimientos”, ha dicho aunque ha insistido en que las diferencias entre republicanos y socialistas sobre el proceso independentista “hacen particularmente imposible cualquier posición que incluya al PSC en un acuerdo de gobierno”.
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