Andreu Mas-Colell declara ante la fiscalía por tráfico de influencias

Andreu Mas-Colell, que fue consejero de Economía del president Artur Mas, ha declarado este martes ante la Fiscalía en Barcelona por un presunto delito de tráfico de influencias. En enero de 2017, Mas-Colell pidió a su sucesor en el cargo, el exvicepresidente catalán Oriol Junqueras (ERC) su intervención en un informe que detallaba irregularidades contables en el Centro de Investigación de Economía Internacional (CREI, por sus siglas en catalán), dirigido por un académico muy cercano a Mas-Colell.

El correo enviado por Mas-Colell a Junqueras apareció durante la instrucción judicial del Tribunal Supremo sobre el procés. El documento llegó a manos de la Fiscalía, que abrió diligencias para comprobar si había delito. La fiscal Teresa Duerto —delegada de Anticorrupción en Barcelona— citó a Mas-Colell y a otras dos personas por su relación con los hechos.

“Querido amigo”, comienza el correo en el que Mas-Colell detalla a Junqueras el contenido de un “borrador de informe” acerca del CREI, una entidad dirigida por Jordi Galí y formada por una docena de investigadores. Galí es economista, doctorado en el MIT, autor de numerosas publicaciones y asesor del Banco Central Europeo y de la Reserva Federal. “Convendrás conmigo que constituye una carga de profundidad explícita contra la persona de Jordi Galí y la institución”, señala Mas-Colell, que critica la “desconsideración personal hacia un académico ejemplar”.

El “borrador” de informe —que remite en un documento adjunto— fue elaborado por la Intervención General de la Generalitat, un organismo que dependía de Junqueras, entonces vicepresidente y consejero de Economía y Hacienda. La Intervención expresaba críticas sobre algunos aspectos del funcionamiento financiero del CREI. Por ejemplo, su política de retribuciones, por considerar que no se ajustaba a derecho.

Mas-Colell, que ha acudido a declarar acompañado de su abogado, recuerda en el correo que el “sistema de investigación” en Cataluña ha sido históricamente apoyado por el Gobierno catalán. “Sería una paradoja que precisamente ahora sufriera una asfixia administrativa generada desde dentro de la Generalitat”.

Fuentes cercanas a la defensa señalan que el interés de Mas-Colell fue meramente académico y que solo pretendió salvaguardar el prestigio del CREI. Esas mismas fuentes señalan que el correo no tuvo ninguna consecuencia sobre el informe definitivo —Junqueras ni siquiera lo respondió— y confían en que la Fiscalía archive las actuaciones y ni siquiera presente denuncia ante el juez.