La Complutense en la encrucijada

Como otras Universidades Públicas españolas, la Universidad Complutense ha iniciado desde hace unos años una senda ascendente que debe llevarla a situarse, en los próximos años, entre las mejores universidades del mundo, como le corresponde por historia, calidad y proyección pública. Un ascenso que se va consiguiendo gracias al trabajo generoso de todos los miembros de la comunidad universitaria y que hay que consolidar para que culmine y perdure. Estos son, a mi juicio, algunos de los principales retos que debemos afrontar para ello.

1. Simplificar. La gestión de las universidades se ha complicado extraordinariamente en los últimos años por lo que es necesario poner coto a este fenómeno. La legislación nacional (como la reciente Ley de Contratos del Sector Público) no ayuda y debería revisarse, pero somos conscientes de que algunos procesos (acreditaciones de calidad, evaluación institucional, gestión de la investigación, transparencia, …) han llegado para quedarse y debemos domeñarlos para que consuman sólo la energía imprescindible

2. Constituir una sólida estructura de gestión, sobre la que descanse la atención administrativa a los estudiantes y la actividad del personal docente e investigador. Esta estructura debe hacerse desde el compromiso con la estabilidad y promoción en el empleo, proporcionando la debida formación al personal de la UCM; las posibilidades simplificadoras que ofrecen las nuevas tecnologías y la administración electrónica; y el abordaje de las nuevas necesidades emergentes, como la gestión de la investigación, los procesos internos de calidad, las alianzas internacionales y la seguridad y gestión de los datos y de la información.

3. Renovación de las plantillas, convirtiendo la elevada ratio de jubilaciones previstas en los próximos años en una oportunidad de incorporación de talento y de estabilización del que tenemos en situaciones precarias, corrigiendo en lo posible los efectos colaterales perniciosos que la tasa de reposición aun vigente ha producido.

4. Transformación Digital, dotándonos de las herramientas necesarias para la gestión moderna, incorporando en las aulas las posibilidades que las tecnologías actuales ofrecen para la docencia y la innovación educativa y posicionándonos de modo competitivo en el mundo de enseñanza on-line, tanto oficial como permanente.

5. Alianzas Internacionales: Universidades Europeas. La UCM, como otras universidades españolas, hemos constituido alianzas con homólogas europeas para logra ser uno de los 12 proyectos piloto que la UE elegirá para definir su concepto de Universidad Europea a partir de 2025. Un concepto que debe servirnos como acicate para modernizar y simplificar nuestra gestión e impulsar la movilidad de nuestros estudiantes, personal de administración y servicios y profesorado. La demanda de universidades españolas en estas alianzas ha revelado su atractivo y aprecio entre nuestros colegas europeos.

6. La agenda universitaria 2030, en la que nos implicaremos activamente tanto en la formación de nuestros estudiantes en el proyecto mundial de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), e incorporaremos medidas concretas para su cumplimiento en los campus. Ejerceremos un liderazgo social en lo referente a la igualdad de género, el acceso a la educación, la inclusión y eliminación de barreras, etc., así como en cuanto a sostenibilidad medioambiental en los campus y la lucha contra el cambio climático y los efectos sociales y económicos derivados del mismo.

Para ello, necesitamos caminar hacia un plan de financiación plurianual, que sea suficiente para las necesidades y los retos descritos y sea sostenido en el tiempo para que permita planificar con un horizonte temporal adecuado y de certidumbre en esta maravillosa aventura. Somos una gran Universidad Pública de la que nos sentimos orgullosos y por la que queremos seguir apostando, como garantía del derecho a la educación superior de todos los ciudadanos. Sin duda la apuesta lo merece.

Carlos Andradas es rector de la Universidad Complutense de Madrid.