“Muchos actores se mueren por hacer musicales”
Gerónimo Rauch, cantante, regresa a la capital para actuar en ‘El Médico’ tras varias temporadas como protagonista en Londres
El argentino Gerónimo Rauch, de 41 años, vuelve a Madrid, la ciudad en la que se enamoró. Ha pasado ocho años en Londres, donde nació su hijo. Allí ha protagonizado El fantasma de la ópera y Los Miserables, el mismo título con el que triunfó en Madrid hace una década. Un auténtico hito para un artista latino. Rauch se dio a conocer en la versión argentina de Operación Triunfo y tras participar en varios musicales, dio el salto a Madrid. Ahora se ha vuelto a instalar aquí porque “ama la ciudad” y da el relevo a Adrián Salzedo al frente de El Médico, el musical basado en la novela del mismo nombre de Noah Gordon.
¿Qué ha ocurrido en la escena de los musicales desde que llegó a Madrid?
El género del musical era menospreciado por buena parte de los profesionales del teatro, cuando llegué hace más de una década. Éramos los bichos raros de la industria artística. Hoy Madrid goza de una salud inmensa, muy prometedora. Es la capital mundial del musical en español. Muchos actores de texto se mueren por hacer musicales.
¿Cuándo se enamoró de la capital?
Me volví loco al llegar a Plaza de España directamente desde el aeropuerto, porque tenía la audición en el teatro Coliseum. Me enamoré de esa zona y después de toda la ciudad, del cielo, de los teatros, de la Gran Vía. Amor a primer encuentro.
¿Qué le ha hecho volver?
Mi mujer es española. La conocí en el elenco de Jesucristo Supertar y todo lo demás es una historia de color de rosa.
¿Qué tiene El Médico para que le haya convencido?
La música. No había leído el libro cuando escuché las piezas por primera vez, hace tiempo. Luego me puse con el libro y me convencí del todo. Es una historia muy profunda. Habla del recorrido de una persona que tiene el poder de ver la muerte pero no de curarla. Y se pasa toda la obra intentándolo. Es inspirador. Mi personaje, además, está en construcción todavía y yo puedo aportar. Eso me nutre: sentirme libre para cuestionar como artista, hacer preguntas, proponer mejoras...
¿Cómo fue la experiencia londinense?
Se aprende mucho. Aquí, lo primero que recortan siempre es cultura, artes y educación. Allí no. Allí se invierte mucho en todo esto. Hay mucha música en vivo. Me marché de allí, sin embargo, porque sentía que si me quedaba iba a empezar a aceptar papeles que en España o Argentina habría rechazado. Me ofrecían papeles de latino y aunque lo soy, no tengo cara del prototipo que ellos buscan.
¿Se ha visto en apuros?
Sí. La presión que tenía al interpretar a Jean Val Jean o el fantasma era muy grande. El protagonista es como el espejo de la compañía: si el elenco ve que no está rindiendo al nivel que le exige la producción, se relaja.
¿Abre más puertas trabajar en Londres o grabar con una multinacional?
Los musicales me han abierto puertas, grabar discos me ha abierto fronteras. El poder del disco hace que a mí me escuchen en cualquier parte del mundo, a cualquier hora, en momentos lindos y no tan lindos. Me escriben seguidores que se han declarado a su pareja con una de mis canciones o que les ha acompañado durante una primera sesión de quimioterapia.
¿No ha pensado en pasarse al teatro lírico?
Lo probé en su momento. En Londres, una representante me dijo que me colaboraría conmigo si estaba dos años sin trabajar en musicales, estudiando y haciendo audiciones. Y me aseguró que, ni aun así, llegaría tan lejos como lo había hecho en el teatro musical. Amo la lírica, me encanta, pero hay gente que la hace mejor que yo.
¿Y a la zarzuela?
He hecho audiciones para ello hace muy poco. Cuando surja el papel o la oportunidad me prepararé para ello.
¿Ha protagonizado todos los musicales con los que soñaba?
Sí. Cumplí. Solo me falta Jeckyll y Hyde.
¿Qué le gustaría hacer fuera del escenario?
Quiero empezar a producir títulos y protagonizarlos si el papel lo permite. Se me ocurren proyectos que una gran productora no se atrevería a llevar adelante y a mí sí. Títulos muy dignos que si se montan en teatros pequeños pueden funcionar bien.
¿Sigue disfrutando de la noche madrileña?
Llevo a mi hijo al colegio, disfruto mucho más del día al aire libre que de la noche de copas. A mí la noche me encantaba: antes, al salir del teatro me podía tomar algo; ahora prefiero ir para casa.
De superventas literarios a musicales
Iván Macías, compositor e ideólogo de El médico, que puede verse en el Teatro Nuevo Apolo desde el pasado otoño, aspira a incluirlo en el grupo de musicales de carácter épico que se pusieron de moda en la década de 1980. Los Miserables y El fantasma de la ópera son los más representativos, además de los dos títulos que mejor conoce Gerónimo Rauch. Esa es una de las razones por las que el cantante argentino protagonice desde marzo El médico. Macías quiere seguir en esa línea y ha anunciado otro para 2020: la adaptación musical de Los pilares de la Tierra de Ken Follet. Aún no se sabe si también contará con Rauch para esta, también épica, historia.
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