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Sin clase por una guerra familiar

Dos escuelas de Barcelona suspenden sus actividades por un litigio entre los propietarios

Una pareja de policías sale de la Escola Joan Roca.
Una pareja de policías sale de la Escola Joan Roca.

Un litigio familiar dejó ayer sin clase a los alumnos de las escuelas Joan Roca de Barcelona. El titular de los tres centros, Juan José Roca, trató de recuperar por la fuerza la gestión de los mismos, desde hace un año en manos de sus hijos. Roca está apartado de la gestión de las escuelas desde febrero de 2018, cuando fue denunciado por despidos aleatorios, contrataciones de carácter machista, amenazas y abuso de poder. Desde entonces sus hijos controlan la gestión de los centros, pero Roca pretende retomar el mando.

El domingo cambió las cerraduras de los tres centros que posee en Barcelona y apostó a varios grupos de seguridad en sus puertas. La acción provocó la queja de decenas de padres, que la noche del domingo protestaron frente a los centros educativos y rechazaron la posible vuelta de Juan José Roca, al que habían interpuesto decenas de quejas durante los años que controló los centros. Tras la intervención policial del domingo, y una reunión de todos los responsables con las autoridades educativas, ayer, los alumnos podrán regresar hoy a las aulas.

Durante la tarde del domingo, comenzó a circular por los chats de decenas de padres la alerta de que Roca había entrado por la fuerza en los colegios donde estudian sus hijos. El anterior gestor había cambiado las cerraduras de los edificios que posee en la avenida Meridiana y en la calle Guipúscoa y había enviado a varios grupos de vigilantes de seguridad en las puertas. “Esto no es una discoteca, esto es una escuela”, gritaba Felip Joan Aixendri, padre de un niño de 1º de Primaria, a los vigilantes de seguridad. “Queríamos expresar que la escuela es de los niños”, señala Ainxendri.

Unas horas más tarde, cuando decenas de padres protestaban en las puertas de los centros, la consellera del distrito de Sant Martí, Carlota Falgueras, apareció en el centro de la calle Guipuscoa. “Nos dijo que no conocía los problemas que habíamos tenido durante la gerencia de Juan José Roca. Es evidente que alguien no ha hecho bien su trabajo, porque hemos denunciado en todas las instancias, incluido el Síndic de Greuges”, señala Yolanda Vigara, miembro del AMPA.

La escena terminó pasada la medianoche con la intervención de los Mossos d'Esquadra y la retirada de la seguridad privada. “La dirección de los centros nos comunicó el domingoque se suspendían las clases del lunes, y la consejera nos recomendó que no lleváramos a los niños al día siguiente”, señala Vigara con un hijo escolarizado en cada uno de los centros.

Aunque no había clase, muchos padres regresaron ayer por la mañana a primera hora para apoyar a los trabajadores. “Nosotros estamos a muerte con ellos, porque son los que más lo han sufrido”, señala Cristina Gil, madre de un alumno del centro. “Cuando él dirigía el centro, esto era como una cárcel: a las profesoras les prohibía hablar con los padres, e incluso entre ellas mismas. Y hubo un montón de despidos de profesoras que eran súper válidas. Desde que están los hijos de Roca todo fue viento en popa, volvimos a la normalidad”, señala Gil. Las denuncias las comparten algunas monitoras del comedor que prefieren no dar su nombre por temor a posibles represalias. “A las profesoras les obligaba a ir con falda y tacones y era evidente que siempre se contrataba a chicas jóvenes y guapas”. Este periódico intentó contactar con José Juan Roca, pero la empresa declinó realizar declaraciones.

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Al mediodía de ayer el Consorci d'Educació de Barcelona —formado por Govern y Ayuntamiento— se reunió con los responsables del centro, profesorado y AMPAs. El responsable del Consorci, Josep González-Cambray, aseguró que la institución que dirige trabajará en “acciones concretas y medidas legales para desencallar” la situación, y admitió posibles fallos en la recepción de las quejas de los padres. La concejal Laia Ortiz pidió celeridad a la justicia y explicó que se trabajará para garantizar la seguridad de las familias. Además, anunció una reunión en los próximos días con las AMPAs y la dirección para incidir en soluciones. Hoy, los alumnos volverán a las clases, y durante esta semana la Guàrdia Urbana patrullará por los centros para reforzar la seguridad.

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