José Antonio Ortiz, el líder de Vox al que nadie conoce en Lleida
El político fue arrestado en el concesionario donde trabaja y es vecino de los discapacitados de los que supuestamente abusó
José Antonio Ortiz Cambray era hasta la mañana del martes el líder de Vox en “Lérida” tal y como le gusta remarcar a el propio Ortiz, omitiendo la fórmula catalana (Lleida). A finales de 2018 publicaba en Youtube un vídeo donde ante la siglas del partido y junto a una bandera de España lanzaba sus mejores deseos de “paz, trabajo y salud” para el nuevo año de los seguidores del partido de ultraderecha. Ortiz se felicitaba porque en 2018 Vox había cosechado grandes avances a nivel nacional y provincial. “En Lérida hemos doblado el número de afiliados en el último mes y nuestras redes sociales van con 2.750 participantes, están tirando como nunca pero, no es suficiente, hay que trabajar mucho”, proclamaba. Ortiz se excusaba diciendo que “Lérida” no es una provincia fácil: “Estamos en territorio Comanche”.
La tarde del martes este gran desconocido en política leridana se encontraba en su puesto de trabajo intentando vender coches en, “territorio Comanche”, un concesionario del leridano barrio de Cappont. Sus compañeros, los del trabajo no los del partido, aseguran que es un empleado ejemplar que lleva cinco años vendiendo vehículos para la misma marca. “Por favor no publiquéis el nombre de la empresa”, pedía el gerente del negocio de venta de vehículos que juraba ser el primer sorprendido cuando el pasado martes un grupo de agentes de los Mossos d’Esquadra entró por la puerta del concesionario y detuvo a Ortiz. El líder de Vox fue trasladado a la comisaría de la Policía de la Generalitat acusado de abusar sexualmente de dos hombres discapacitados. Allí permanecerá hasta “el jueves o el viernes”, según fuentes de la investigación, que será trasladado al juzgado de guardia.
La fundación privada Alosa tiene la tutela de varias personas discapacitadas que trabajan para diferentes organizaciones, como Aspros, en la capital catalana. Estos tutelados viven en un piso compartido en Lleida. A principios de semana uno de los educadores interceptó una conversación de WhatsApp de uno de los tutelados con el líder del partido de ultraderecha. Una conversación fuera de tono en la que también había un vídeo en el que aparecía, supuestamente, uno de los discapacitados junto con Ortiz realizando una felación. La persona que se veía con el tutelado no era desconocida, no precisamente por ser el líder político sino porque se trataba de uno de los vecinos del piso tutelado. La fundación puso los hechos en conocimiento de los Mossos d’Esquadra que procedieron a la detención del líder de ultraderecha. Según fuentes cercanas a la investigación, al menos dos de los discapacitados fueron víctimas de los abusos sexuales del acusado que ofrecía a sus víctimas, presuntamente, pequeñas cantidades de dinero – cinco euros- a cambio de las citadas prácticas. Las mismas fuentes aseguran que no descartan que el supuesto depredador sexual haya atacado hasta a cuatro de los tutelados, todos ellos varones de más de 30 años.
Ortiz, pese a su actividad política, es un gran desconocido en Lleida. “Un día me sorprendió que el vendedor de coches supiera mi nombre y mi carrera en el Ayuntamiento”, aseguraba ayer a EL PAÍS un exconcejal de CiU en el Consistorio de Lleida. En toda la provincia de Lleida, Vox dispone de poco más de un centenar de afiliados. Ortiz llegó a liderar el partido este verano después de que la anterior cara visible abandonara la provincia. No era nuevo para la formación ya que se había presentado como candidato al senado en las elecciones de junio de 2016. También había sido candidato a la alcaldía de Lleida por la xenófoba Plataforma per Catalunya (PxC) en las elecciones municipales de 2011. En ninguno de los casos reunió los suficientes votos para hacerse con el acta de concejal. Ni PxC ni VOX tienen local en Lleida y Ortiz, pese a la solvencia que mostraba en sus vídeos políticos, es un auténtico desconocido en la provincia.
El pasado lunes, horas antes de su detención, Ortiz presentó una denuncia en la Fiscalía de Lleida en la que acusaba de delito de odio a aquellas personas que el pasado 27 de febrero colgaron cinco muñecos, con las siglas de PP, C’s, PSOE, Podemos y Vox, de un puente de la entrada a la ciudad. La presentación de la denuncia fue publicitada en las redes sociales del partido y quizás haya sido su actuación más destacada en política.
Ortiz en su vídeo felicitación del año nuevo apostaba por defender, intentando ocultar su acento catalán, valores como “la unidad nacional, la familia, la vida, la libertad y la democracia, muy amenazados por la lacra independentista y podemita”. Ortiz pedía a “mucha más gente” para difundir el “mensaje de Vox”. Ayer el partido de ultraderecha ante los hechos que se le imputan se apresuraron a suspenderle de afiliación.
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